El peso mexicano mostró su fortaleza y sorprendió al dólar, pues al cierre de la jornada, el tipo de cambio se manejó en 18.64 por unidad estadounidense lo que representó una ganancia del 0,16% comparado con los 18,67 pesos de la sesión previa.
Es importante hacer mención, que el comportamiento del tipo de cambio se dio dado al entorno macroeconómico mixto, tanto a nivel local como internacional.
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En este sentido, si tomamos en cuenta y comparamos los datos de la última semana, el dólar estadounidense lleva una bajada 0,96%, de modo que en términos interanuales aún conserva una disminución del 1,03%.
Respecto a fechas anteriores, sumó tres jornadas sucesivas cayendo. La cifra de la volatilidad fue de 5,74%, que es un número manifiestamente inferior al dato de volatilidad anual (12,18%), lo que significa que en esta última fase está tendiendo menos variaciones de lo que indica la tendencia general.
“El peso mexicano muestra una estabilidad relativa en medio de señales contrapuestas, consumo interno que mejora, pero con una actividad económica aún débil y un entorno global más incierto ante la posibilidad de una escalada arancelaria que podría impactar directamente a las exportaciones mexicanas”, indicó Felipe Mendoza, Analista de mercados financieros ATFX LATAM.