TEMPLE DE LÍDERES

Este 'rincón' olvidado de Nuevo León crió a tres gigantes de la historia mexicana

Este lugar poco conocido guarda un pasado fascinante que sigue vivo en su gente y en su paisaje

Escrito en NACIONAL el

En el extremo norte de Nuevo León, casi rozando la frontera con Coahuila, se encuentra Lampazos de Naranjo. A simple vista parece un municipio más: calles tranquilas, arquitectura antigua y un aire de historia que se respira con cada paso.

Pero hay algo que lo distingue del resto, fue cuna de tres generales clave del siglo XIX, algo que ningún otro pueblo en México puede presumir.

El más célebre fue Santiago Vidaurri, un político y militar que gobernó Nuevo León y Coahuila con mano firme, se alió con Benito Juárez y jugó un papel fundamental durante la Reforma y la Intervención Francesa. 

Le siguen Juan Zuazua, líder liberal y combatiente en la Revolución de Ayutla, y Francisco Naranjo, figura militar clave en la defensa de la soberanía nacional.

¿Qué tenía Lampazos para formar ese temple de líderes?

La respuesta podría estar en su historia profunda, marcada por la naturaleza y la lucha. El símbolo más antiguo del municipio y también el más sagrado es el Ojo de Agua de San Diego, un manantial natural que dio origen al asentamiento humano y que hoy se conserva como parque recreativo. 

Este cuerpo de agua cristalina no solo fue vital para la fundación del pueblo, sino también refugio, punto de encuentro y símbolo de vida para generaciones enteras.

Desde sus orillas, quizás estos hombres aprendieron de la resistencia de la tierra, de la paciencia del agua, y del valor de cuidar lo propio. Hoy, el Ojo de Agua sigue fluyendo, como lo hace la historia de Lampazos: silenciosa, constante y llena de significado.

Aunque pocos conocen esta historia, los muros del Museo de Historia Regional la recuerdan con orgullo. Y mientras la modernidad avanza, Lampazos sigue ahí, con su tierra de generales, su manantial vivo y un legado que merece ser contado.