FAUNA

Captan a coyote en las calles de Monterrey; se estaba comiendo un pollo | VIDEO

Autoridades advierten que el mal manejo de basura y alimentos ha provocado que animales como osos, pumas y mapaches se acerquen cada vez más a la ciudad

Escrito en NACIONAL el

La mañana parecía tranquila en la colonia Villa Las Flores, en Monterrey, Nuevo León hasta que un inesperado visitante irrumpió la rutina. Un coyote, aparentemente en busca de comida, fue captado por vecinos mientras devoraba lo que parecían ser piezas de pollo cerca del río La Silla. El momento fue grabado en video y difundido en redes sociales, donde rápidamente se viralizó.

Aunque ver animales silvestres en zonas urbanas era algo poco común en el pasado, en las últimas semanas esto se ha vuelto cada vez más frecuente. Solo días antes, el 29 de junio, también se reportó la presencia de un oso recorriendo una vialidad en San Pedro Garza García. El ejemplar fue posteriormente rescatado por personal de Parques y Vida Silvestre de Nuevo León.

El director de Protección Civil del estado, Gilberto Almaguer, señaló que se ha registrado un aumento en los avistamientos de coyotes, osos, pumas, jabalíes y mapaches. Este fenómeno, advierte, se debe en gran parte a la disponibilidad de comida dejada por los humanos.

El mal manejo de residuos y dejar alimentos a la intemperie facilita la presencia de estos animales.

Almaguer también expresó su preocupación por el cambio en los hábitos de la fauna, destacando que los osos parecen haber interrumpido su hibernación por el acceso constante a comida.

Esta alteración puede desencadenar enfermedades en los animales y, lo más preocupante, un aumento en el riesgo de ataques al perder el miedo a las personas.

Ante esta situación, las autoridades hacen un llamado urgente a la ciudadanía: no alimentar a los animales silvestres, manejar adecuadamente los residuos y, en caso de un avistamiento, evitar cualquier contacto y reportarlo a Protección Civil.

La presencia del coyote comiendo pollo no es un hecho aislado, sino una muestra más de cómo la convivencia entre fauna silvestre y zonas urbanas se vuelve cada vez más tensa.