Con una votación mayoritaria y solo una abstención, el Cabildo de Monterrey, en Nuevo León aprobó este 30 de junio un polémico aumento del 220% en la tarifa de los parquímetros.
Esto significa que, a partir de su publicación en el Periódico Oficial del Estado, estacionarse en zonas reguladas pasará de costar 2.50 pesos a 8.00 pesos por hora, un incremento de 5.50 pesos.
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La medida forma parte de un ambicioso plan de modernización, dividido en dos etapas, primero se actualizarán los dispositivos ya existentes y, a partir del 30 de julio, comenzará la instalación de nuevos parquímetros con tecnología más avanzada en zonas donde antes no existían, como los alrededores del Hospital de Ginecología y tramos de la avenida Venustiano Carranza.
Actualmente, Monterrey cuenta con 6,400 parquímetros, pero solo 5,472 están operativos. El objetivo es llegar a 8 mil unidades en funcionamiento.
Según Antonio Martínez, tesorero municipal, con el alza se espera aumentar la recaudación de 30 millones a 100 millones de pesos anuales, dinero que según lo aprobado deberá destinarse a la creación de más espacios de estacionamiento, equipamiento urbano e infraestructura vial, con prioridad para accesos universales y espacios para personas con discapacidad.
Además, se otorgará un subsidio del 100 % por hasta tres horas a quienes descarguen y utilicen por primera vez la app KIGO, con la que se podrá pagar de forma digital.
El dictamen ha generado reacciones mixtas, mientras algunos ciudadanos celebran el avance tecnológico y la mejora en infraestructura urbana, otros critican que el aumento representa un golpe al bolsillo en plena crisis económica.
Una cosa es clara, el estacionarse en Monterrey ya no costará lo mismo, y la ciudad se prepara para una transformación urbana que podría traer orden... o más controversia.