La relación laboral entre un empleador y una trabajadora doméstica está regulada por leyes específicas que garantizan derechos y obligaciones para ambas partes.
Uno de los aspectos más importantes y también más incumplidos en México es la inscripción obligatoria de la empleada doméstica en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
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Obligación legal del patrón
Desde el 1 de abril de 2019, la Ley del Seguro Social en su artículo 151-B establece que todos los patrones, incluidos quienes emplean personal doméstico, están obligados a registrar a sus trabajadores en el IMSS. Esto significa que deben cubrir las cuotas obrero-patronales que garantizan acceso a servicios médicos, prestaciones económicas por enfermedad, maternidad, riesgos de trabajo, y derecho a una pensión.
Además, el artículo 330 de la Ley Federal del Trabajo establece que el trabajo doméstico es una relación laboral que debe respetar los derechos mínimos, como salario justo, jornada laboral y seguridad social.
¿Qué sucede si no registras a tu empleada doméstica?
No dar de alta a una trabajadora doméstica puede traer consecuencias legales graves para el patrón. En primer lugar, la trabajadora tiene derecho a demandar el registro y el pago retroactivo de las cuotas y prestaciones no cubiertas. Esto está respaldado por el artículo 123 constitucional y la Ley del Seguro Social.
Además, el IMSS puede imponer sanciones económicas al patrón por incumplimiento, que incluyen multas que varían según el tiempo de omisión y el número de trabajadores no registrados.
Casos judiciales y demandas
Existen precedentes legales donde empleadas domésticas han demandado exitosamente a sus patrones por no contar con seguridad social.
En 2020, un fallo judicial en la Ciudad de México confirmó que la omisión de dar de alta a una trabajadora doméstica viola sus derechos laborales y obliga al patrón a pagar indemnizaciones.
Beneficios de registrar a tu empleada doméstica
Registrar a la trabajadora no solo es una obligación legal, sino que también protege al patrón. En caso de accidentes laborales o enfermedades, el IMSS asume la atención médica y la responsabilidad económica, evitando posibles demandas costosas.
Además, cumplir con la ley fomenta una relación laboral sana y respetuosa, mejora la productividad y evita conflictos legales.
Sí, una empleada doméstica puede demandarte por no estar registrada en el IMSS, y la ley está de su lado. La Ley del Seguro Social y la Ley Federal del Trabajo obligan a los patrones a dar de alta a sus trabajadores domésticos, garantizando así derechos fundamentales. Registrar a tu empleada es una inversión en legalidad, seguridad y bienestar para ambos.