México está lleno de lugares secretos y joyas artesanales que se pueden encontrar en forma de platillos y postres; al día de hoy existen tres heladerías clásicas que han sobrevivido más de 3 generaciones familiares por sus deliciosos sabores y sus precios incomparables.
Así que quédate a conocer estos emblemáticos lugares en la Ciudad de México que siguen atrayendo cada vez más clientela, mientras sus visitantes de todos los días vuelven para no perderse de un dulce y nostálgico momento.
Nevería Mi Juanita
Fundada en 1916 por Don Pedro González Ramírez es la nevería más famosa de la capital mexicana y se encuentra en la colonia Tacubaya, que forma parte de la alcaldía Miguel Hidalgo. Originalmente, don Pedro (conocido en aquellos años como 'el hombre de las nieves') se instaló en el antiguo mercado de Tacubaya en los años 40's y, eventualmente, se mudó a su actual locación, en la calle Héroes de 1810 en el número 21.
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Al fondo del local, se pueden admirar fotos de los famosos que alguna vez visitaron este lugar, incluyendo Pedro Infante, Lola Beltrán, José Alfredo Jiménez y hasta Gene Simmons del grupo Kiss.
Sus filas diarias son largas y, de acuerdo a otros informativos, atienden hasta 700 personas al día. Sus nieves artesanales han pasado de padre a hijo en estos casi 110 años de existencia; actualmente, es don Ignacio González, nieto del fundador quien está a cargo del negocio.
Su mayor popularidad reside en los sabores únicos de sus helados, incluyendo de aguacate, mole, chicharrón, pico de gallo y camarón, eso sí, sin dejar de lado los tradicionales sabores de fresa, mango, guanábana, mamey, queso, rompompe y muchísimos más. Muchos internautas coinciden que los helados de queso y mamey son los favoritos, aunque otros son mencionados constantemente, como el de aguacate que es cremoso y muy dulce. También, la nieve de limón, según aseguran los usuarios de redes sociales, sabe igual a un pay de limón.
Los precios son más que accesibles con nieves de 10, 20, 30, 50 y 100 pesos servidos generosamente; por ejemplo, un usuario cuenta que las nieves de 20 pesos llevan tres bolas de nieve, con la combinación de sabores que el cliente pida sin restricciones y, la de 30 pesos duplica el helado hasta con 6 sabores diferentes.
Con más de 95 opciones en el menú, nieves Mi Juanita es una tradición familiar entre los vecinos de la comunidad y abre todos los días sin falta desde las 9:00 de la mañana hasta las 7:00 de la noche.
La especial de París
Hace 104 años, en la calle Insurgentes enmedio de un camellón, llegó el señor Domingo Lozada con un carrito de madera con ruedas de metal y una tina de helado con dos sabores únicamente: vainilla y limón. Su éxito fue tal, que en 1921 pudo abrir su propia sucursal en la calle París, en la colonia Roma de la Ciudad de México.
En una de las más antiguas colonias de la capital mexicana encontrarás esta pequeña joya de historia. La Especial de París, administrada toda la vida por la familia Lozada, ha tenido que mudarse en los años 40's hacia la calle Insurgentes; aún así, sus clientes los siguen a donde quiera que vayan.
Sus sabores son totalmente naturales y su secreto es buscar siempre la calidad, sin ingredientes industriales ni saborizantes artificiales. La nieve de vainilla sigue siendo su sabor 'estrella', preparada con vaina natural extraída de orquídeas veracruzanas, es un deleite al paladar.
La variedad de sus helados es increíble, hay de los clásicos sabores como almendra, avellana, pistache, durazno, chocolate y más; además, están los de frutas como jengibre, zapote y maracuyá; sin dejar atrás las especialidades que incluyen el mazapán con palanqueta, té chai, tabaco, trufa y mantequilla.
Actualmente, el menú incluye otros productos como crepas, pasteles y galletes, que se pueden acompañar con estas nieves, así como bebidas frías o calientes, incluyendo el famoso ice cream soda. Sus precios son bastante económicos, encontrando piezas desde $38 pesos y hasta los $120 pesos, realmente valen la pena conocer estos helados.
La familia siempre ha estado involucrada, una de las internautas comenta que junto con Domingo, fue su primo Raymundo Lozada quien impulsó la primera tienda en la calle París; ahora, los hijos y nietos del señor Domingo han aprendido desde jóvenes los secretos del negocio y a participar en todo tipo de labores.
Los más chicos comienzan con actividades básicas como lavar trastes y servir mesas; conforme van creciendo, los dueños aseguran que la responsabilidad y el compromiso son los valores primarios que mantienen boyante el negocio; incluso, antes de pandemia solo habían cerrado el local 14 días en suma, ya fuera por atender funerales o dar paso a remodelaciones, pero por casi un siglo estuvieron abiertos todo el tiempo.
Hay clientes de 70 y 80 años que siguen visitando este icónico lugar y aseguran que las nieves saben exactamente igual que en su infancia. Ubicados en la calle Insurgentes número 117, se encuentran en el local B de la colonia San Rafael. Puedes llegar usando el metrobús Reforma y abren todos los días de la semana a partir de las 12:00 del día y hasta las 8 y media de la noche.
Heladería Chiandoni
Nadie podría imaginar que un luchador profesional italiano tendría un delicioso legado en su historia. Hace casi 90 años abrieron por primera vez en la Ciudad de México y la gente sigue llenando sus mesas.
Pietro Chiandoni fue conocido como 'salvaje' en el ring; sin embargo, sus descendientes aseguran que fuera de la arena deportiva era 'un pan de Dios'. Desde joven decidió abrir la Heladería Chiandoni y dedicarse a una dulce tradición italiana: el gelatto.
Gracias a recetas que logró conocer por uno de sus tíos, empezó a preparar estos helados, una fórmula artesanal que combina distintos lácteos y la fruta natural; su sabor es único y ha creado fama desde el inicio.
Aunque iniciaron desde 1939, no fue sino hasta 1957 que abrió su establecimiento en la colonia Nápoles y se convirtió en un ícono de la comunidad. Como si el tiempo no pasara, sus muebles tienen el estilo de los años 50's y pareciera que te transporta al pasado con sus espacios color menta claro y sus vitrinas mostrando las coloridas nieves de preparación italiana.
Incluso la vajilla aún presenta los platos de borde dorado y las copas clásicas de nieve que permiten, no solo degustar estos postres, sino disfrutar visualmente la maravilla de su menú. Los actuales dueños Jorge Hernández , su esposa Martha López y su socio Luis Juárez suelen mostrar a los visitantes los retratos y recortes de periódico que adornan las paredes del local.
Las hazañas de Chiandoni en la lucha libre, imágenes de la bella Italia y fotografías de famosos que alguna vez visitaron el local. Incluso, en algún momento fue utilizada para grabar el video "Al Pasar" de Kabbah y Alejandra Guzmán. Actualmente, la sucursal original sigue en pie y, además, han abierto otras tres en Insurgentes Sur, Perisur y Santa Fe.
El sabor de estos 'gelattos' tienen todo el estilo de su origen italiano, los clientes podrán encontrar el reconocido banana split, un pastel de naranja glasé exquisito, nieve de coco de un sabor muy especial y, un especial helado de plátano que todos aplauden. También, está el postre peach melba, en el que se ofrece una nieve de vainilla acompañado de durazno en almíbar.
Así igual, hay un preparado exquisito llamado nieve spaghetti que mezcla cereza y también existe un pastel muy único que no vende nadie más mezclando mamey y vainilla. También se puede pedir un postre de fresas con helado, similar a las fresas con crema, pero aún más cremoso. Ciertas temporadas, como en octubre, ofrecen sabores especiales, como el helado de mandarina.
Los precios son accesibles, aunque no son tan económicos, valen la pena un pequeño antojo para la tarde. Con algunos postres desde los 85 pesos y hasta los 135 pesos podrás refrescarte y endulzar un poco tu día visitando este maravilloso y antiquísimo lugar.
La sucursal original sigue firme en la calle Pensilvania número 255, en el corazón de la colonia Nápoles. Más que una heladería, Chiandoni es un rincón donde el tiempo se detuvo, este gelatto artesanal cuenta en cada cucharada un trozo de la historia de México que pocos conocen.