Hoy en día hay una cerveza mexicana que conquistó la realeza y eso tuvo una gran influencia para otorgarle su nombre, el cual hoy es reconocido mundialmente. Todo inició en 1890 en la sultana del norte, es decir, en la Ciudad de Monterrey, Nuevo León.
La cerveza en México comenzó a fabricarse oficialmente en 1542 y aunque en un principio la producción no tuvo éxito, sí fue un parteaguas para la industrialización de cerveza en el país y conforme pasaron los años nuevos productores comenzarían con pruebas y algunas de ellas aún son reconocidas.
La cervecería de la que hablamos hoy es Cuauhtémoc, que en sus orígenes no solo hacía cerveza, sino también hacía hielo, por lo que su nombre inicial oficial era “Fábrica de Hielo y Cerveza Cuauhtémoc”. El éxito de la cervecera regiomontana lo tuvo tras fabricar su primera cerveza. Se enviaron pruebas de la bebida a los reyes españoles y cuando la degustaron quedaron atónitos.
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¿Qué cerveza mexicana dejó a los reyes españoles sin palabras?
La respuesta de los reyes inspiró a los maestros cerveceros mexicanos para elegir el nombre de la cerveza de Cuauhtémoc. La bebida no tenía nombre aún en aquel entonces y hoy, a más de 13 décadas después, sigue conservando el mismo nombre por el que se le conoce, gracias a la respuesta de los reyes españoles.
“La respuesta de los reyes es una carta en blanco con el sello real. Para una cerveza que todavía no tenía nombre, se decide adoptar este gesto, que es un gesto de aprobación por parte de la Corona española, y ese nombre ponérselo a la cerveza. Y es por eso que la cerveza se llama Carta Blanca”, explica el maestro cervecero Heli Tella, sobre la bebida que deslumbró desde el inicio.
La cerveza Carta Blanca "conquistó" y desde sus inicios compitió con famosas cervezas de Alemania y Estados Unidos de la época y es que se dice que resultó ser una bebida "excelente y suprema" pero además gozaba de una transparencia especial. La cerveza ganó prestigio y fue galardonada a principios del siglo XX.