Durante su reciente visita a Canadá, la presidenta electa Claudia Sheinbaum destacó la importancia de representar a México con dignidad y orgullo en la arena internacional.
En un mensaje dirigido tanto a sus anfitriones como a los connacionales radicados en el país del norte, Sheinbaum subrayó que su papel no es el de una figura personalista, sino el de una representante de la cultura, historia y valores del pueblo mexicano.
El presidente de México representa a su pueblo, a su cultura, su nación, su historia, a su patria. Estoy orgullosa de hacerlo, y cuando uno lo asume, lo proyecta.
A pesar del recibimiento cálido por parte de la comunidad mexicana en Canadá y del interés de algunos sectores por posicionarla como una figura destacada en el liderazgo regional, la mandataria electa fue clara al rechazar esa etiqueta.
No se trata de un asunto personal, con los pies en la tierra.
La visita sirvió también para reforzar los lazos con aliados estratégicos y enviar un mensaje de unidad y representación nacional, más allá de protagonismos individuales. Para Sheinbaum, lo esencial es llevar el nombre de México con respeto y altura.
Este enfoque deja claro que su visión internacional estará centrada en la representación colectiva, priorizando el orgullo nacional sobre aspiraciones personales.