A poco más de una hora de la ciudad de Querétaro se encuentra Cadereyta de Montes, un Pueblo Mágico que parece encapsular lo mejor de México en un solo lugar: historia viva, riqueza natural, gastronomía única y un entorno ideal para la aventura y el descanso.
Este municipio, fundado hace más de 370 años, es la puerta de entrada a la Sierra Gorda, y desde 2011 forma parte del programa Pueblos Mágicos gracias a su legado cultural chichimeca, pame y jonaz, así como a su sorprendente biodiversidad. Su clima semidesértico en el sur y bosques al norte crean un mosaico paisajístico difícil de igualar.
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Arquitectura con alma e historia milenaria
Sus calles empedradas y casonas coloniales cuentan historias que se remontan al siglo XVIII. Destacan la Parroquia de San Pedro y San Pablo y el Museo de la Alcaldía Mayor, donde se resguarda "Pepita", una momia chichimeca de más de 2 mil años de antigüedad, considerada la más antigua de México.
Cadereyta es hogar de dos de los jardines botánicos más importantes del país: el Jardín Regional Ing. Manuel González de Cosío, con más de 10 hectáreas de flora semidesértica, y la Quinta Fernando Schmoll, con su extensa colección de cactus y suculentas, algunas en peligro de extinción.
Aventura, cascadas y paracaidismo
Para los más intrépidos, Cadereyta ofrece caminatas, grutas como Los Piñones, cascadas como el Velo de Novia en el Cañón del Caracol, y hasta saltos en paracaídas con vista al semidesierto en el Skydive Center. Para un plan más relajado, están las cabañas ecoturísticas de Isla Tzibanzá, junto a una presa.
La cocina local brilla con ingredientes autóctonos como el garambullo, los chapulines y el nopal, sin dejar de lado la clásica barbacoa de carnero, estrella de la Feria de la Barbacoa y el Pulque en junio. Además, Cadereyta es parada obligada en la Ruta del Vino y el Queso, con viñedos como Freixenet y Viñedos Azteca a minutos del centro.
Tradiciones, ajedrez y artesanía viva
La Feria de San Gaspar, la del pueblo en septiembre y la Capital Nacional del Ajedrez son solo ejemplos de cómo la tradición y la innovación conviven en armonía.
La talabartería y la cantería en mármol de Vizarrón son oficios vivos que enriquecen la identidad del lugar.
Cadereyta de Montes es mucho más que un destino turístico: es un rincón donde México se manifiesta con autenticidad y belleza en cada esquina. Ideal para un fin de semana o una escapada cultural, es un lugar que sorprende, emociona y, sobre todo, conecta.