En el siglo 21 ya es bastante común escuchar a la gente hablar de 'su perro de compañía'; sin embargo, desde tiempos inmemoriables se tiene registro de cómo los perros forman parte de las comunidades humanas.
Con los años, la ciencia ha logrado responder preguntas sobre el comportamiento de los 'lomitos' e, incluso, el nivel de inteligencia que logran demostrar ante distintas situaciones; no por nada, son entrenados como animales de búsqueda para la policía y como acompañantes de atención 'médica' para personas con necesidades especiales.
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La empatía es la clave en los estudios sobre el comportamiento de los perros
En estudios publicados estos últimos 10 años, se ha confirmado que los perros logran reaccionar ante el comportamiento de sus dueños en situaciones específicas, identificando patrones relevantes con muestras importantes de seres humanos y caninos de diferentes razas y tamaños.
Por ejemplo, un experimento analizó cómo reaccionaban las mascotas de un grupo de personas que fueron colocados detrás de una puerta y se les pidió emitir sonidos de angustia o simplemente hablar en voz baja.
Se logró medir la frecuencia cardiaca y la forma en que un perro 'observaba' a su dueño para tener datos precisos sobre el nivel de relación entre ambos. Se demostró que entre más grande era el lazo de unión, más rápido se acercaban a ayudarle si lo escuchaban llorar.
En sus resultados, los investigadores confirmaron que "los perros captan sentimientos de sus amos y además saben cómo los ayudarán; sortearán todos los obstáculos que haya para llegar a ellos", según expresaron los especialistas.
También, fue posible medir el estrés de los perros durante estos experimentos y descubrieron que los caninos que no atendían rápidamente a la puerta era porque se estresaban fácilmente y se bloqueaban.
Todos los resultados apuntaban a un alto nivel de empatía de los perros hacia sus dueños y se descartó la posibilidad de alguno de ellos "quisiera menos" a su amo.
Cómo identifican la tristeza
Los perros pueden captar distintas señales de las personas; por ejemplo, el tono de voz, el aroma que emite la persona o la velocidad en los movimientos.
Los científicos afirman que muchos perros son capaces de diferenciar un rostro feliz de uno triste; los sonidos y los aromas son algo intrínseco en su naturaleza canina. Su oído percibe sonidos mucho más agudos que los que captan los seres humanos, por tanto un sonido más grave o un cambio en la inflexión de voz, evidentemente lo notarán.
En el humor corporal, las hormonas como la serotonina o el cortisol tienen un específico aroma que son capaces de detectar y por ende, reaccionarán a ello.
Formas en que un perro responde ante la tristeza de los seres humanos
Se ha advertido que los perros suelen modificar su comportamiento ante la tristeza de sus dueños; son más tranquilos y se acercan despacio, sin alterarse. A veces pueden quedarse quietos o mirarlos fijamente, acompañando a su 'ser humano' en silencio.
Las reacciones más comunes que se identifican en los perros para consolar a sus dueños son:
- Traer un juguete
- Quedarse quietos a un lado
- Lamer la cara o las manos con suavidad
- Apoyar su cabeza o el cuerpo en la persona
- Aullar bajito o hacer algún tipo de ruido
Es importante considerar que no todos los caninos reaccionan de la misma forma, pues variará la forma en que fue educado y su historia de vida. Muestran un carácter individual que podría incluir ser más protectores o estresarse muy fácilmente.
Lo que no queda duda es que son acompañantes leales y no se alejan de ti si demuestras algún signo de preocupación, estrés o tristeza; evidentemente entienden la emoción que sientes y son empáticos con tu sentir.