En lo profundo de la Sierra Madre Oriental, El Potrero (La Nuca) en el municipio de General Zaragoza es una comunidad de Nuevo León que parece haber sido borrada del tiempo. Sin señal de celular, sin internet y con apenas unos cuantos habitantes, este pueblo ha sido apodado por algunos como "el lugar donde solo se escucha el silencio… y a veces algo más".
Aunque alguna vez fue un asentamiento minero próspero en el municipio de Zaragoza, hoy es casi un fantasma. Sus calles empedradas, casas de cantera semiderrumbadas y una vieja iglesia cubierta de musgo son los únicos testigos de su pasado.
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Un pueblo sin señal, pero lleno de ecos
Por años, El Potrero ha estado aislado no solo por su lejanía más de 30 kilómetros de terracería desde la carretera más cercana, sino también por la falta total de conectividad.
Para algunos, eso lo hace un destino incómodo; para otros, una joya escondida de misterio y tranquilidad absoluta.
Aventura o advertencia
Aunque ciertos exploradores y senderistas se han aventurado a visitarlo, las autoridades locales advierten que no hay servicios médicos, ni señal para pedir ayuda en caso de emergencia. Eso no ha detenido a los curiosos que buscan emociones fuertes, historias de fantasmas o simplemente un lugar que parece detenido en el tiempo.
Para llegar, se necesita vehículo de doble tracción y buena condición física, ya que el camino es angosto, empedrado y con tramos en subida.
Real de Potrero no figura en los folletos turísticos, pero es un rincón de Nuevo León donde el silencio y las leyendas hablan más fuerte que la tecnología.