Lo que parecía una historia del pasado ha vuelto a poner en alerta a México: el gusano barrenador, parásito erradicado hace más de tres décadas, ha reaparecido con fuerza en el país, provocando seis casos humanos confirmados de miasis y poniendo en riesgo al ganado nacional.
El gusano barrenador de ganado (Cochliomyia hominivorax) es la larva de una mosca que deposita sus huevos en heridas abiertas de mamíferos vivos. Una vez eclosionan, las larvas devoran el tejido vivo, lo que puede derivar en infecciones severas, pérdida de extremidades e incluso la muerte. En humanos, las zonas más vulnerables incluyen nariz, ojos, boca y el ombligo de recién nacidos.
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Pero ¿por qué regresó esta plaga en 2025?
Según Yazmín Alcalá, profesora del Departamento de Parasitología de la UNAM, las razones son múltiples.
El cambio climático ha jugado un papel clave, ya que las altas temperaturas favorecen la reproducción de la mosca del nuevo mundo
Además del clima, la evolución misma del insecto ha complicado las cosas. Las moscas se han vuelto más resistentes, incluso logrando detectar y evitar a los machos estériles que se liberaban como parte de un programa de control biológico.
Esa estrategia, conocida como Técnica del Insecto Estéril (TIE), fue vital en la erradicación del gusano barrenador en los 90s, pero hoy es insuficiente con un solo centro de producción de moscas estériles operando desde Panamá.
Otro factor: la falta de inspección del ganado en la frontera sur de México. Ganado infectado entra sin supervisión, y sin acuerdos binacionales firmes sobre todo tras el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos el control conjunto se ha debilitado.
La situación no es menor, en 2024, el gobierno mexicano activó un Dispositivo Nacional de Emergencia de Sanidad Animal. Aunque la Secretaría de Salud confirmó que cinco de las personas afectadas ya fueron dadas de alta, una aún permanece hospitalizada.
Por ahora, las autoridades sanitarias recomiendan extremar medidas de higiene: lavar heridas de inmediato, cubrirlas adecuadamente y, ante cualquier síntoma extraño, acudir al médico. Porque lo que parecía un mal del pasado, hoy podría convertirse en una crisis de salud pública si no se actúa a tiempo.