Un menor de apenas 8 años perdió la vida al ahogarse en el río Santa Catarina, en el municipio de Cadereyta, Nuevo León. El lamentable suceso ocurrió a la altura de la calle Iturbide, cerca de una empacadora de carne, cuando el niño, acompañado por un grupo de amigos, ingresó al cauce para nadar.
Según testigos, el pequeño se lanzó desde la orilla, pero cayó en un pozo profundo del río, del cual no logró salir. A pesar de la rápida movilización de los cuerpos de auxilio, cuando el menor fue localizado, ya no presentaba signos vitales. Elementos de la Policía municipal acordonaron la zona y peritos de la Fiscalía General de Justicia iniciaron las investigaciones correspondientes.
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Este hecho ha conmocionado a la comunidad y pone de relieve los peligros de ingresar a ríos o cuerpos de agua no aptos para nadar, sobre todo sin la supervisión de un adulto.
Aunque en temporada de calor es común que niños y jóvenes busquen refrescarse en ríos, presas o canales, estos lugares suelen tener corrientes impredecibles, pozos profundos y estructuras ocultas que pueden resultar mortales.
¿Cómo prevenir tragedias como esta?
- Evita nadar en ríos, canales o presas: No son espacios diseñados para actividades recreativas y carecen de supervisión
- Nunca permitas que menores entren al agua sin vigilancia: La supervisión adulta constante es clave para evitar accidentes
- Educa a los niños sobre los riesgos: Desde pequeños deben saber que ciertos cuerpos de agua pueden representar un peligro grave
- Reporta zonas de riesgo a las autoridades municipales, para que puedan colocar señalamientos o implementar medidas preventivas
- Promueve el uso de espacios seguros como albercas públicas con vigilancia, donde sí se puede nadar de manera responsable
La pérdida de un niño es siempre una tragedia que sacude a toda una comunidad. Este caso debe servir como un llamado de atención urgente para reforzar la cultura de la prevención y proteger la vida de los más vulnerables.