A partir del 14 de julio, Estados Unidos reinstaurará un arancel del 20.91% a los tomates mexicanos, una medida que podría redefinir la relación comercial entre ambos países en uno de los sectores agrícolas más sensibles, el tomate, uno de los productos de exportación más importantes de México.
La decisión, anunciada oficialmente por el Departamento de Comercio de Estados Unidos, pone fin a un acuerdo bilateral firmado en 2019, que había logrado estabilizar el comercio de tomates entre ambos países y evitar disputas formales.
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Bajo ese pacto, los productores mexicanos podían exportar bajo ciertas condiciones reguladas, lo cual permitía mantener abastecido al mercado estadounidense sin competencia desleal, según las autoridades.
Pero ahora, bajo la línea dura de proteccionismo comercial impulsada por la administración de Donald Trump, se reactivan los aranceles con el argumento de “nivelar el terreno de juego” para los agricultores estadounidenses. El gobierno norteamericano considera que las importaciones de tomate desde México han perjudicado a sus productores locales, acusando prácticas de precios injustos.
México responde: “Vamos a dialogar”
La noticia no pasó desapercibida en la mañanera de la presidenta Claudia Sheinbaum, donde el secretario de Agricultura, Julio Berdegué Sacristán, reaccionó con preocupación, pero también con un llamado a la diplomacia.
Berdegué sobre el nuevo impuesto, señalando que estas investigaciones por dumping no son nuevas y forman parte de una dinámica bilateral compleja.
Para castigarnos por las supuestas trampas que hemos hecho
Aseguró que México no se quedará de brazos cruzados, y que ya se preparan para abrir un canal de diálogo con las autoridades estadounidenses, este producto es altamente demandado en el país vecino y proviene de México.
Es importante decir que el 90 por ciento de los tomates que Estados Unidos importa de cualquier lugar del mundo, son tomates mexicanos y seis de cada 10 tomates que ellos comen, son hechos en México
También recordó que México mantiene investigaciones similares en curso, como las que se han iniciado contra el pollo y la pierna de cerdo estadounidense, subrayando que la defensa comercial es un camino de doble vía.