Desde hace varias semanas se lleva a cabo la discusión para una reforma laboral en la que se discute la iniciativa para reducir la jornada laboral de 48 horas a 40 horas semanales.
Esta propuesta podría resolverse en los próximos días o semanas ya que diputados han acelerado su discusión para su aprobación o modificación, el cual tiene que resolverse en este periodo ordinario de sesiones.
De acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), durante el 2024 los mexicanos trabajaron en promedio 2 mil 207 horas, rebasando por mucho la media de otros países donde el resultado es de 1 mil 742 horas, es decir, los mexicanos trabajamos 26.6 por ciento más, casi 500 horas más que el promedio.
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¿De dónde nace la propuesta para reducir la jornada laboral?
La propuesta viene desde el poder ejecutivo, fue la misma presidenta de México, Claudia Sheinbaum, quien pugnó en las negociaciones con el sector empresarial, principal opositor a la propuesta, quien señalaba una afectación directa a la economía de las compañías.
Distintas organizaciones patronales como COPARMEX o CANACO, han argumentando que México no tiene 'las condiciones' para reducir la jornada laboral.
Ricardo Monreal, el coordinador de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, explicó que en caso de aprobarse será implementada de manera progresiva hasta llegar a las 40 horas en algún punto, es decir, irá bajando poco a poco para que no se vean afectadas las economías de las empresas.
¿Qué pasará con el contrato laboral actual?
En caso de que los diputados y senadores aprueben la reforma a la Ley Federal del Trabajo, hay incertidumbre por si se tiene que firmar un nuevo contrato en donde se establezcan las 40 horas laborales.
Expertos en derecho labora han aclarado que no es necesario firmar un nuevo documento entre el empleado y el patrón, pues la modificación que llegue con la nueva jornada laboral se aplicaría de forma automática a los contratos colectivos de los trabajadores, acuerdos y reglamentos de las empresas, porque es una ley del ámbito federal que tiene supremacía a otras de categoría estatal, municipal o privado.
En caso de que el patrón obligue al empleado a firmar un nuevo contrato y con él se pierda la antigüedad en el centro de trabajo, el trabajador puede denunciarlo ante las autoridades laborales.