Costco, conocido por su amplia variedad de productos y la calidad de su panadería, se ha convertido en un destino favorito en esta temporada navideña. Pero este año, una mujer dejó sin roscas a tapatíos; compra 800 a 300 pesos y las revende en 500
Sin embargo, su popularidad también ha dado pie a fenómenos como la reventa masiva de productos, especialmente las emblemáticas roscas
Se lleva 800 roscas de reyes del Costco
Un ejemplo reciente es el de Ximena Figueroa, una emprendedora de Guadalajara que desató polémica tras viralizarse en redes sociales al adquirir 800 roscas en una sola compra. “¿Qué creen? Me volví a acabar todas las roscas de Costco Guadalajara... Manzanillo y Cihuatlán allá vamos”, escribió en sus plataformas, mientras mostraba el tráiler repleto de mercancía.
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El acto generó opiniones divididas. Mientras algunos usuarios celebraron su espíritu empresarial, otros criticaron su estrategia, señalando que esta práctica deja sin oportunidad a consumidores locales de acceder a las roscas a su precio original de $379 pesos.
En contraste, Ximena explicó que su negocio se enfoca en ofrecer estos productos en regiones del sur de Jalisco y Colima, donde la presencia de tiendas como Costco es limitada. Según ella, los habitantes de estos municipios pueden adquirir las roscas a un precio de $559 pesos, con el beneficio adicional de tenerlas más cerca.
El debate en redes no se hizo esperar. Por un lado, algunos usuarios cuestionaron la ética de la reventa, calificándola como un obstáculo para los consumidores que buscan las tradicionales roscas a precios accesibles.
Opiniones divididas
Por otro, surgieron defensores que argumentaron que el servicio ofrecido por Ximena llena un vacío en regiones desatendidas.
Este episodio reabre el debate sobre las implicaciones de la reventa en productos de alta demanda y plantea preguntas sobre cómo equilibrar el acceso a los bienes con las oportunidades de emprendimiento en México.
Mientras tanto, la imagen del tráiler cargado con las roscas de Reyes del Costco sigue siendo el centro de una discusión que nunca parece tener un final feliz.