Coca-Cola no se pudo resistir al sabor de un refresco mexicano que únicamente era vendido a Guerrero y, tras años de popularidad local, terminó por comprarlo y comercializarlo. ¿Ya conoces su historia? También te puede interesar: Coca-Cola perdió una demanda contra una pequeña comerciante en Colombia; así fue el caso.
Se trata del refresco Yoli de limón. Esta bebida nació en Guerrero y fue creación de Manuel Castrejón. Los orígenes de este elixir datan de 1918, cuando el empresario fundó el local La Vencedora.
Dentro de sus productos estrella estaba este refresco. Su nombre es en honor a la hija del fundador, Yolanda Castrejón Diez. Uno de los distintivos era su embotellamiento, pues constaba de un recipiente de vidrio que era sellado con una canica pegada con pegamento.
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Era todo un ritual abrir una botella de Yoli de limón, pues se debía agitar hasta que la canica saliera botada debido a la presión del gas del líquido; se cree que ese también es el origen de la expresión popular “se le botó la canica”, que es una frase para referir a alguien que enloqueció, tal y como salía la tapa del refresco.
La Yoli de limón era todo un hito en la comunidad, por lo que no tardó en llamar la atención de empresas refresqueras más grandes, entre ellas Coca-Cola. Fue en 1938 cuando Manuel Castrejón vendió su parte a la traslacional y empezó su conquista allende de sus fronteras.
Sin embargo, no fue hasta 2013 cuando Grupo Yoli fue adquirido en su totalidad por Coca-Cola. Por esta razón, la bebida refrescante ha podido comercializarse en todo México y ya no sólo en el estado de Guerrero.
¿A qué sabe la Yoli de limón?
Como bien indica su nombre, tiene base en el cítrico. Su esencia, al menos en su origen tradicional, partía de la ralladura de cáscara de limón que era combinado con limón hervido y se endulzaba.