La Real Academia Española (RAE) anunció un cambio radical en el abecedario español: a partir de entonces, dos letras desaparecieron de nuestra lista tradicional.
Aunque el español es uno de los idiomas más hablados del mundo, con más de 93,000 palabras y 19,000 americanismos, la estructura del abecedario experimentó una transformación significativa.
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Hasta ese momento, el abecedario que aprendimos en la primaria incluía las letras 'ch' y 'll' como parte integral del alfabeto.
Sin embargo, la RAE decidió eliminarlas, y la razón detrás de esta decisión sorprendió a muchos.
Según la RAE, tanto la 'ch' como la 'll' no eran letras en sí mismas, sino dígrafo, combinaciones de dos letras que representaban un solo sonido.
Además de estos dígrafos, también se encontraban en esta categoría combinaciones como “qu”, “gu” y “rr”.
La RAE, como máxima autoridad en la lengua española, tenía la facultad de modificar el alfabeto y ajustar las reglas del idioma para reflejar mejor su uso y evolución.
Este cambio buscaba simplificar el abecedario y adecuarlo a la forma en que se representaba fonéticamente el español.
Así que, mientras nos adaptábamos a este nuevo abecedario, entender estos cambios fue crucial para escribir y hablar correctamente en español.