En los desiertos mexicanos se pueden encontrar varios ejemplares de fauna y en estos se encuentra un verdadero monstruo, capaz de causar un gran dolor con su veneno y pasar desapercibido, pues su piel lo dota de un camuflaje natural que lo hace pasar desapercibido ante otros depredadores.
Este ejemplar en cuestión es carnívoro y basa su dieta en pequeños mamíferos, ranas, lagartijas, insectos, aves y huevos de varias especies voladoras.
El monstruo en cuestión puede ser encontrado en el suroeste de los Estados Unidos y el norte de México, escogiendo como habitad las zonas áridas y desérticas.
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¿Qué monstruo es?
El monstruo de Gila o lagarto de Gila es endémico de México y el más popular de la familia de Helodermatidae y su presencia en los desiertos mexicanos se data desde tiempos inmemorables.
Su piel se caracteriza por ser una coraza gruesa de escamas granuladas, combinadas con sus intimidantes ojos negros y una combinación de colores amarillentos, naranja y tonalidades oscuras que lo ayudan a camuflarse en el desierto.
A pesar de su tamaño, este pequeño reptil no debe ser tomado a la ligera, pues es uno de los pocos lagartos venenosos en el mundo.
Su mordida es capaz de causar un inmenso dolor, producir hinchazón y los síntomas podrían empeorar dependiendo de la edad y estado de salud de la persona afectada, pues su veneno mezcla una serie toxinas altamente peligrosas.
Ante el encuentro con uno de estos ejemplares, lo indicado es no molestarlo, ni provocarlo, dejarlo seguir su camino.