Lo que pudo haber sido una tragedia, terminó con un final feliz, pues este miércoles 14 de agosto en un vuelo de Guadalajara a Torreón se convirtió en una emergencia médica cuando uno de los pasajeros presentó síntomas de arritmia cardíaca.
En ese lugar estaba Javier de la Torre Anderson, un médico anestesiólogo experimentado con una trayectoria de más de 25 años quien se encontraba acompañado de su familia, sin pensar que sus conocimientos y habilidades serían fundamentales para salvar la vida de una persona.
A 10,000 pies de altura, el doctor De la Torre se dio cuenta que un pasajero, autorizado para volar pese a su condición médica, parecía estar dormido de manera anormal.
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Su conocimiento lo alertó de que podría tratarse de una mala perfusión cerebral, que es un síntoma de arritmia que impide que el cerebro reciba suficiente oxígeno.
Alertó a la azafata, pero a los ocho minutos la situación se volvió crítica.
La arritmia cardíaca es una alteración del ritmo del corazón, que puede causar que los latidos sean irregulares, demasiado rápidos o demasiado lentos.
Los síntomas de esta condición pueden variar desde palpitaciones y mareos hasta desmayos o incluso la muerte súbita.
En esta situación, el pasajero se puso morado y dejó de respirar, lo que indicó una urgencia médica grave.
La arritmia puede ocasionar complicaciones serias como un accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca o ataque cardíaco, y en casos extremos, la muerte súbita.
En lugares como un avión, donde el acceso a atención médica es limitado, dichas complicaciones pueden ser fatales si no se interviene de inmediato.
La respuesta médica fue oportuna
Cuando la azafata se acercó al Dr. De la Torre para pedir ayuda, este no dudó en actuar. Con la asistencia de un colega traumatólogo que también estaba a bordo, y otro médico que se dirigía a Torreón para una cirugía, formaron un equipo improvisado para hacerle frente a la emergencia.
Pidieron el "carro rojo", una alacena móvil con medicamentos para emergencias disponible en el avión, y comenzaron la reanimación cardiopulmonar (RCP).
El Dr. De la Torre canalizó al paciente y le dio medicamentos cruciales mientras los demás médicos realizaban maniobras de reanimación.
Después de varios minutos de esfuerzo coordinado, lograron que el paciente comenzara a respirar nuevamente, estabilizando su condición hasta la llegada a Torreón, donde fue trasladado a un hospital para recibir atención especializada.
El vuelo que inició como unas vacaciones familiares para el Dr. De la Torre culminó con un rescate heroico.