El Gobierno aprobó en marzo de 2023 una nueva reforma de pensiones, introduciendo cambios significativos que impactarán a los trabajadores y su retiro. Esta medida incluye aumentos en las bases máximas y pensiones mínimas, mejoras en las cotizaciones y la introducción de un modelo dual para calcular las pensiones a partir de 2027.
Además, se decidió incrementar progresivamente la edad de jubilación, una tendencia en curso desde 2013. Esto implica que los trabajadores deberán acumular más años de cotización para acceder al 100% de su pensión.
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La OCDE ha advertido sobre el elevado gasto público en desempleo y pensiones, anticipando un aumento considerable en el gasto total de pensiones. Esta situación obligará al Gobierno a tomar medidas adicionales para equilibrar las finanzas, como el retraso en la edad de jubilación y la mejora de las oportunidades laborales para los jóvenes.
La edad de jubilación se incrementará gradualmente hasta 2027. En 2024, los trabajadores pueden jubilarse a los 66 años y 6 meses con menos de 38 años de cotización, o a los 65 años con 38 años o más de cotización.
Para 2025, la edad aumentará a los 66 años y 8 meses para aquellos con menos de 38 años y 3 meses cotizados, manteniendo la opción de jubilarse a los 65 años para quienes superen esta cotización.
En 2026, la edad será de 66 años y 10 meses con menos de 38 años y 3 meses cotizados, y seguirá siendo posible jubilarse a los 65 años con 38 años y 3 meses o más de cotización.
Finalmente, en 2027, la edad ordinaria de jubilación será de 67 años con menos de 38 años y 6 meses cotizados, o a los 65 años con 38 años y 6 meses o más de cotización. Estos ajustes responden a las necesidades de sostenibilidad del sistema de pensiones ante el aumento de la esperanza de vida y las presiones económicas.
La reforma reciente en las pensiones no solo incrementa la edad de jubilación, sino que también ajusta las cotizaciones y las bases de las pensiones para garantizar su sostenibilidad.
El objetivo es asegurar que los futuros jubilados reciban pensiones adecuadas y viables, adaptándose a las nuevas realidades demográficas. Además, se busca fomentar la participación laboral de los jóvenes para mantener el equilibrio en el sistema de cotizaciones a largo plazo.
Estos cambios reflejan un esfuerzo por adaptar el sistema de pensiones a los desafíos actuales y asegurar su viabilidad para las próximas generaciones.