Un contrato prenupcial, también llamado acuerdo prematrimonial, es un documento legal firmado por dos personas antes de contraer matrimonio, cuyo objetivo es establecer cómo se gestionarán sus bienes durante y después del matrimonio.
En este contrato, se detallan las propiedades de cada individuo —como casas, inversiones, negocios y cuentas de ahorro— así como las deudas adquiridas antes del enlace.
Contrato prenunupcial
El acuerdo especifica qué bienes permanecerán como propiedad individual y cuáles podrían considerarse compartidos tras el matrimonio.
Te podría interesar
Además, aborda temas importantes sobre la distribución de bienes en caso de fallecimiento de uno de los cónyuges. Sin embargo, existen limitaciones: temas como la manutención de los hijos no pueden incluirse en un acuerdo prenupcial, dado que es un aspecto regido por la ley y no está sujeto a negociación en un contrato privado.
Determinar si necesitas un acuerdo prenupcial depende de factores personales. Los abogados de derecho familiar suelen recomendarlo especialmente para quienes poseen propiedades significativas, administran negocios, han estado casados previamente o tienen hijos de una relación anterior.
Además, un acuerdo de este tipo puede ser útil para aquellas parejas que simplemente buscan clarificar la situación patrimonial antes de unirse en matrimonio, lo cual es cada vez más común dada la tasa de divorcio en Estados Unidos.
Los requisitos cuentan
En cuanto a su validez, un acuerdo prenupcial debe estar correctamente redactado y cumplir ciertos requisitos para ser considerado válido ante la ley.
Debe estar documentado por escrito, haberse celebrado de manera voluntaria, cumplir con los requisitos legales del estado correspondiente y contar con una declaración veraz de los bienes e ingresos de ambas partes. En caso de que uno de los cónyuges considere que el contrato es injusto o inaplicable, puede impugnarlo ante un tribunal, que evaluará su validez.
Para asegurarse de que el acuerdo se ajuste a la ley y sus necesidades específicas, contar con el asesoramiento de un abogado en derecho familiar es esencial.