Tras una noche de bebidas embriagantes, un joven de 27 años de edad decidió acabar con la vida de su acompañante y metió su cuerpo a un tinaco, justificó su crimen mencionando que su amigo había intentado abusar sexualmente de él.
Además, el homicida decidió entregarse a la policía porque el fantasma de su amigo no lo dejaba descansar.
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¿Cómo ocurrieron los hechos?
De acuerdo con el reporte policial, los dos hombres se encontraban en la casa de Owen ingiriendo bebidas alcohólicas, su amigo comenzó a insinuarle que mantuvieran relaciones sexuales pero Owen no aceptó por lo que el otro hombre buscó abusar de él a la fuerza y se generó una disputa a golpes.
En la pelea, Owen hirió de muerte a su amigo y su cuerpo lo escondió en un tinaco, después salió de su casa y llevó el recipiente con el cadáver a un terreno baldío donde lo abandonó.
La acción fue captada por una cámara de seguridad, donde se aprecia a Owen llevando el tinaco en un diablito en plena avenida del sur de la Ciudad de México.
El fantasma no lo dejaba descansar
La captura de Owen se dio cuando él mismo se entregó a la policía refiriendo que el fantasma de su amigo no lo dejaba descansar.
De acuerdo con el reporte policial, el asesino detuvo a una patrulla para mencionarle a los agentes que el fantasma de su amigo se le aparecía en sueños donde le decía que confesara su crimen para que se le diera cristiana sepultura.
Los policías acompañaron al sujeto, de 27 años de edad, al terreno donde estaba el tinaco, ahí confirmaron el hallazgo del cadáver y detuvieron al asesino. Cabe destacar que al momento de su arresto los policías le encontraron seis dosis de cocaína en piedra, por lo que no descartan que las visiones fantasmales en realidad hayan sido causadas por los estupefacientes.