Ya estamos en el día 90 de enero, y muchos se preguntan si el calendario se volvió loco o si, de alguna manera, nos quedamos atrapados en un periodo temporal que parece no tener fin.
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Pero, ¿cuál es la razón detrás de esta sensación de que enero dura más que una maratón de telenovelas?
Los eneros de '90 días'
La respuesta, al parecer, no es tan sencilla como consultar el calendario. Científicos y expertos en psicología han comenzado a desentrañar el misterio detrás de la aparente eternidad de enero, y la conclusión es tan sorprendente como graciosa.
El aburrimiento y la dopamina
Según Zhenguang Cai, especialista en percepción del tiempo de la University College de Londres, enero es un mes que carece de la emoción y el bullicio festivo de diciembre.
La falta de posadas, eventos familiares y fiestas parece dejar un vacío de dopamina, el neurotransmisor relacionado con la motivación y el humor. Sin altos niveles de dopamina, el tiempo parece ralentizarse, dando la sensación de que enero se extiende como chicle en zapato.
La relevancia del tiempo
Un profesor de psicología de la Universidad de Tel Aviv sostiene que el tiempo parece pasar más lento cuando le prestamos atención de manera constante.
En enero, nos encontramos pendientes del reloj mientras intentamos cumplir con nuestros propósitos de Año Nuevo, asistimos al trabajo diariamente, o simplemente avanzamos semana a semana. Así que, entre más conscientes estamos del tiempo, más eterno parece volverse.
El efecto meme
Jason Murugesu, periodista especializado, propone una teoría divertida. Sugiere que mientras más nos unimos al coro de memes y chistes sobre la longitud interminable de enero, más contribuimos a la sensación de que el mes es interminable.
En resumen, nos estamos dando cuerda a nosotros mismos con la idea de que enero es eterno, a pesar de tener los mismos 31 días de siempre.
A medida que nos acercamos al final de este supuestamente interminable mes, queda claro que la percepción del tiempo es un fenómeno complejo y, a veces, humorístico.
¡Ánimo, que ya estamos a las puertas de febrero! Y quién sabe, tal vez el próximo año decidimos que enero tenga solo 28 días para hacerlo más llevadero.