Todos tenemos el miedo de estar comiendo una fruta y en un mordisco darnos cuenta que nos hemos tragado la mitad de un gusano. Los expertos adelantan que es probable que en el momento no haya una reacción mayor, pero pueden haber consecuencias más delicadas a largo plazo.
El insecto en cuestión son las larvas de mosca, los cuales se presentan como diminutos gusanos, bastante delgados. Usualmente esto ocurre debido a que las moscas dejan sus huevecillos al interior de las frutas, principalmente las que están en estado de podredumbre. Una vez dentro, los huevos evolucionan hasta convertirse en gusanos y se alimentan de la propia fruta en la que están.
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Si bien el cuerpo humano es bastante fuerte para soportar la ingesta accidental de esta especie, en algunos casos se pueden manifestar náuseas y diversos malestares estomacales. Aunque sean los casos menores, acá una lista de posibles reacciones:
- Alergia: Las alergias son comunes en alimentos y medicinas, pero también a ciertos químicos que pueden estar presentes en los insectos. Los efectos se manifiestan, principalmente, a través de la piel, ya sean hinchazones o picazón. En casos más complicados la respiración podría verse afectada.
- Infecciones: El malestar estomacal puede ascender a una infección, donde es necesario realizar una desparasitación, a modo de poder eliminar cualquier malicia al interior.
- Intoxicación: A modo de tratar de evitar este fenómeno, los riegos ocupan insecticidas potentes para exterminar a los insectos. Aunque en el proceso hacia la comercialización hay varias limpiezas, es probable que persista algún agente químico.
Nuevamente, estos síntomas suelen ser los menos, un porcentaje bajísimo. De haber consumido un gusano y notar alguno de estos, es importante acudir cuanto antes al médico .