Con un dolor indescriptible, la pequeña Aitana Betzabé fue sepultada esta tarde en su natal Tinum, Yucatán, una comunidad de apenas tres mil personas.
Tiendas, iglesia, escuelas y todas las actividades tomaron una pausa, cerraron; la encomienda del día era apoyar a la familia comandada por Patricio Domínguez, su esposa y sus dos hijos, los hermanos de Aitana.
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Aitana murió la noche del lunes en un hospital del IMSS en Playa del Carmen, luego de haber sido prensada por el elevador al que la llevaban. La pequeña había llegado el domingo por dengue y estaba cerca de ser dada de alta.
Los restos de la pequeñita fueron despedidos en la casa de su abuelo, quien vive a un kilómetro del panteón. Tras 15 horas de velación, Aitana recorrió las calles de la comunidad.
Dentro de un ataúd blanco, la niña recibió a todo el pueblo. Rezos, lágrimas, gritos y muchísimo dolor llenaron la modesta casa.
Vecinos, familiares y amiguitos de Aitana llegaban sorprendidos a dar el pésame, cayendo en un estado de shock por la increíble y repentina muerte de la niña de 6 años de edad.
Este miércoles a las 6:00 de la tarde, tras media hora de camino, los restos de la niña que apenas comenzaría a estudiar segundo grado de primaria y que en octubre cumpliría 7 años, llegaron al camposanto.
Sus compañeritos de la escuela llevaron globos blancos; decenas de personas cargaban con arreglos de flores.
Exigen 17 renuncias por filtración de fotos y videos
Patricio Domínguez, el jefe de familia, y una de sus hijas, exigieron justicia. En medio del dolor, piden a las autoridades que tomen cartas en el asunto.
Tras la filtración del video en el que la pequeña está atorada en el elevador y las fotos de la madre llorando sobre el cuerpo de la pequeña, que tenía el rostro morado, la familia pidió la renuncia de 17 empleados del hospital, entre médicos y enfermeros. Consideran que al compartir esas imágenes y viralizarlas, se revictimizó a la pequeña.