ACCIDENTE

Restos de mamá y su hija regresan en ataúd a Veracruz; murieron en carreterazo en Tamaulipas

Celia Reyes y su niña Addison murieron calcinadas el 14 de mayo, en aquel choque entre una camioneta tipo Van y un tráiler en el que perdieron la vida 27 personas

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El carreterazo ocurrido el 14 de mayo pasado entre un tráiler y una camioneta tipo Van dejó 27 muertos, entre ellos quedaron los cuerpos calcinados de Celia Reyes y Addison, madre e hija de 12 años de edad; pasaron tres semanas desde la tragedia, y su familia por fin pudo velarlas en Nanchital, Veracruz.

El choque entre ambos muebles provocó que se calcinaran, por lo que todos los que viajaban murieron instantáneamente.

Fue un accidente que causó mucho dolor. A Gustavo Cruz, comerciante de pollo crudo, le quitaron parte de su vida, su esposa y su hija adolescente. Tuvo que esperar tres largas semanas para que le entregaran los restos y pudiera darles cristiana sepultura. Acababa de cumplir 31 años de casado.

Su esposa Celia fue despedida en un ataúd blanco, mientras que su pequeña hija fue colocada en uno rosa, su color favorito.

"Yo quería estar con mi esposa y mi niña aquí en Nanchital, aquí en Veracruz. Hoy están aquí en mi casa, era mi mentalidad, no dejarlas allá, lo demás sale sobrando porque yo les prometí que vendría por ellas", aseguró.

Las mujeres se dirigían a Monterrey, Nuevo León, en donde vive el hijo mayor de la pareja. Celia necesitaba recibir atención medica por un problema a la columna vertebral, el cual ya no recibió.

Su casa tiene dos moños blancos y negros, en la entrada hay un camino lleno de flores que rodean los ataúdes.

Desde el viernes, Gustavo pudo respirar al saber que ya tendría a su familia. Ya no tendría que esperar la llamada en la que le notificarían que todo estaba listo para que Celia y Addison volvieran a casa. 

Alistó todo: las flores, los servicios funerarios, el café y el pan.

Addison quería ser Chef

A sus 12 años, Addison ya soñaba con una profesión: deseaba ser chef y por eso era muy apegada a Celia, su madre, pues quería conocer sus recetas y aprender a cocinar. El sueño quedó ahí.

Ella quería ser chef, ya cortaba su tomate y sus manzanitas en cuadritos, era una de las cosas que soñaba y buscaba las recetas con su mamá, pero ya no lo logró.