La reciente muerte de Maricela, esposa de un pastor colombiano asentado en Matamoros, Tamaulipas, ha encendido una discusión que trasciende fronteras.
El líder religioso decidió no llevarla a un hospital, convencido de que la oración bastaría para devolverle la salud o incluso para que, en caso de fallecer, Dios la resucitara.
Esposa de un pastor muere por falta de atención médica
Esta determinación, amparada en su fe, desencadenó una mezcla de asombro y preocupación entre vecinos y autoridades.
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El episodio ocurrió dentro de una vivienda ubicada en el fraccionamiento Rinconada de las Brisas, inmueble que además funcionaba como un espacio de enseñanza espiritual al que el pastor denominaba “escuela para profetas”.
Fue en este lugar donde Maricela perdió la vida sin recibir atención profesional, pese a su delicado estado de salud.
Elementos de la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas acudieron para verificar los hechos tras una denuncia vecinal. Después de las diligencias, la autoridad resolvió que no existían elementos jurídicos para imputar un delito, pues la decisión de omitir asistencia médica fue tomada por ambos cónyuges en el marco de su libertad de credo.
Polémica en redes sociales
Esta resolución, aunque legal, generó controversia en redes sociales sobre los límites entre las convicciones religiosas y el deber de preservar la vida.
En declaraciones posteriores, el pastor expresó su disposición a ser encarcelado con el propósito de predicar dentro de un penal, mensaje que amplificó la polémica.
Mientras algunos sectores consideran que la fe no debe justificar la negación de tratamientos médicos, otros defienden el derecho a las creencias religiosas.