La presencia del virus de influenza aviar H5 fue corroborada tras el hallazgo de una gaviota muerta en Playa Bagdad, en Matamoros, lo que derivó en la activación inmediata de un protocolo sanitario por parte de la Secretaría de Salud de Tamaulipas. Epidemiólogos reconocieron que un equipo de seis personas sepultaron a casi 400 aves muertas.
El aviso de alerta nacional se emitió el 19 de septiembre, y desde entonces se desplegaron equipos de vigilancia para frenar la propagación y monitorear posibles contagios en la población humana.
Sepultan a 400 aves muertas en Playa Bagdad
El epidemiólogo estatal Sergio Uriegas Camargo detalló que, aunque ciertas cepas podrían transmitir la enfermedad a personas, hasta el momento no se han registrado casos confirmados.
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La estrategia de prevención incluye la detección intencionada de síntomas durante un periodo de dos semanas, mientras se refuerza la coordinación entre dependencias gubernamentales.
Organizaciones ambientales, como Conibio Global, han reportado un incremento en la mortalidad de aves en la región; desde marzo se contabilizan alrededor de 400 ejemplares fallecidos, principalmente en áreas de anidación costera. Jesús Elías Rodríguez Ibarra, presidente de la fundación, advirtió que la afectación al equilibrio ecológico es preocupante, dado que estas especies cumplen un rol vital en la conservación del litoral.
Además, se documentaron aves con daños físicos relacionados con actividades humanas ilegales, lo que agrava el riesgo para la biodiversidad local. Un voluntario que participaba en el monitoreo presentó fiebre y síntomas respiratorios tras el contacto con aves enfermas, por lo que fue sometido a exámenes clínicos preventivos similares a los aplicados durante la contingencia del Covid-19.
Brigadas de inspección
Las brigadas de inspección continúan recorriendo viviendas cercanas a Playa Bagdad y unidades de salud para identificar signos de alerta en la población.
Se insiste a la ciudadanía evitar manipular aves muertas o con signos de enfermedad. Con estas medidas, las autoridades buscan contener el brote y proteger tanto la fauna como la salud pública.
Finalmente, la influenza aviar H5 sigue siendo vigilada de cerca para prevenir que nuevas pérdidas de especies afecten el ecosistema y el bienestar comunitario.