En una audiencia hoy viernes en la Corte Federal de Houston, se decidirá si procede una petición de los abogados del congresista federal Henry Cuéllar para mover el caso en su contra a su ciudad natal de Laredo. Cuéllar solicitó a la corte mover el juicio para Laredo porque de hacerlo en Houston tendrá más dificultades para realizar su trabajo como congresista y su esposa Imelda, quien también tiene cargos, tendrá que buscar un lugar dónde vivir mientras es procesada.
En su petición argumentaron que algunos testigos, las cuentas bancarias y otros documentos del caso se encuentran en Laredo, por lo que es más sencillo llevar el juicio en esta ciudad. La oficina del Fiscal Federal está en contra de esta petición, señalando que los testigos principales están cerca de Houston y los testigos de fuera del país tienen más facilidad de acceso en Houston que en Laredo.
El juicio está programado para comenzar el 22 de septiembre, luego que los Cuéllar fueron acusados en mayo del 2024 de aceptar casi 600 mil dólares en sobornos del Banco Azteca de México y de una compañía petrolera controlada por el Gobierno de Azerbaiyán. Tanto el congresista de 68 años como su esposa de 63, dijeron ser inocentes y contrataron a una firma de abogados de Houston para defenderse.
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El caso es complicado para los Cuéllar, ya que dos amigos personales y muy cercanos a Henry se declararon culpables. Colin Strother y Florencio “Lencho” Rendón, llegaron a acuerdos de culpabilidad en marzo del año pasado, admitiendo su papel en un supuesto plan de soborno en el que canalizaron más de 200 mil dólares al congresista Cuéllar y a su esposa, Imelda Cuéllar, en nombre de un banco mexicano.
Rendón enfrenta hasta 20 años de prisión, mientras que Strother enfrenta hasta cinco años Cuéllar podría pasar hasta 20 años de prisión al igual que su esposa Imelda, si resultan culpables.
El congresista recibió cargos formales en mayo del año pasado, pero aun así, contendió y ganó su reelección en noviembre, venciendo a un candidato republicano. El legislador federal debe competir de nuevo por el puesto en marzo del año entrante si no resulta culpable.