En Laredo, Texas hay marcas que, a pesar de haber cerrado sus puertas, se mantienen imborrables en la memoria. Estos negocios que marcaron a esta ciudad no solo ofrecían servicios o productos, sino que también fueron el escenario de momentos significativos para muchas generaciones.
Negocios que quebraron, pero se recuerdan
Un claro ejemplo es el antiguo cine Movies 12, parte de la cadena Cinemark, que por más de dos décadas fue punto de encuentro para familias y amigos.
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Cerró debido a una estrategia de reestructuración impulsada por la pandemia, pero aún es recordado con cariño por quienes disfrutaron sus matinés y estrenos nocturnos.
Otro nombre que resuena en la nostalgia local es Kmart. Esta tienda departamental fue por años una opción accesible para los hogares de la región.
Su clausura obedeció a una fuerte competencia y a una débil adaptación al comercio digital. Hoy, muchos recuerdan sus pasillos como parte de la rutina semanal.
El restaurante Tony Roma’s también dejó huella. Aunque no desapareció como marca global, su ausencia en Laredo representó el cierre de un capítulo en la vida gastronómica de la ciudad. La calidez de su ambiente y sus costillas emblemáticas forman parte de los recuerdos gastronómicos agradables.
Sears, otro gigante del comercio, cayó ante los nuevos hábitos de consumo y una estrategia digital insuficiente. Lo que fuera un símbolo de compras familiares de fin de semana, hoy vive en las anécdotas de quienes crecieron visitando sus departamentos.
En cada rincón de Laredo aún se escuchan historias sobre estos negocios que marcaron a los fronterizos, confirmando que algunos lugares nunca cierran del todo: se mudan al corazón de quienes los vivieron.