“No soy un chamán, soy naturista o herbolario, descendiente de indios kikapú, mi abuelo me hizo amar las plantas, el alivio que dan, me enseñó a sacar provecho a la vegetación, de un gran número de estas, por ejemplo, la región de Laredo tiene mucha materia, para un sinnúmero de enfermedades, los males se curan con lo que nos brinda la madre naturaleza, de ahí lo tomaron todos esos grandes consorcios de fármacos, hoy emporios multimillonarios”.
Fito Valdez, es un hombre que recibe de todo el mundo, infinidad de plantas, vegetales, que él llama regalos de la tierra, ha andado por todo el mundo y por eso, mucha gente le ha agradecido en particular por desaparecerles con sus pócimas, con sus brebajes, las diversas dolencias que padece el ser humano, las físicas, como las mentales, incluso las provocadas y padecidas por las adicciones y estados mentales afectados.
“Hay plantas que matan virus, como el del COVID-19, ahora en esta pandemia que pasamos, vino mucha gente a pedirme ayuda, con mis mezclas de plantas que he aprendido a hacer, en largo tiempo de dedicarme ya de lleno, pues antes era solo mi amor, infundado por mi abuelo, mi abuela inculcado por mi familia, ahora he andado por todo México y otros países, principalmente Mesoamérica, donde lo naturista, la herbolaria, las plantas, son algo reconocido mundialmente”.
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Terapias milenarias, rituales de etnias que fundaron México y Centro América, mismas que Fito Valdez experimenta, como el Temazcal, la respiración 9D, yoga, terapia de sonido de cuencos, entre otros.
“Aquí en nuestros alrededores, la gobernadora, el mezquite, la artemisa, la salvia, todo cura, todo ayuda, lo mismo los sonidos, la música especial, la concentración, la desintoxicación por temazcal, las diferentes terapias y rituales que practicamos, todo sana, todo sirve, todo da energía, todo revitaliza”, dijo este hombre de 54 años de edad, quien desde los cinco ha vivido en ese ambiente.
Este sábado Fito y un grupo de terapistas profesionales en varias disciplinas, tuvieron un Temazcal o “Retiro De Bienestar” como él le llama, tiene su sitio sobre la carretera 59, 13 millas al este del bulevar Bob Bullock, pero su ubicación céntrica o citadina de herbolaria o naturismo, es en avenida San Darío número 4901, esquina con Calton, enseguida del restaurante Lubby´s, su teléfono es (956) 333-8065.
Depresión, ansiedad, cargas mentales, ni que decir víctimas de las drogas, y como tales, los fármacos, también el alcohol y el cigarrillo.
Fito ayuda a mucha gente que por sí sola o por medio de sus desesperadas familias de estas personas en situación crítica, acuden a él, para ver qué puede hacer por ellos.
“Una dama, muy atrapada en la heroína y el fentanilo, 10 años prisionera, ya lucía como zombie, como suele ocurrir con quienes son enganchados por esos vicios, le ayudamos, hoy es otra persona, incluso me ha pedido y autorizado que la cite con su nombre y apellido como ejemplo, en agradecimiento, pero no”, comenta el entrevistado.
Lo suyo es amor a la herbolaria, a lo natural, a todo lo aquí charlado, lo que practica Fito, sus terapias y las mezclas que ha aprendido a hacer en dosis exactas, en números y en cantidades apropiadas, de entre la inagotable gama de obsequios que nos brinda la madre tierra, eso es su mundo, no la fama, ni la fortuna
Fito Valdez, tuvo que ser entrevistado en lapsos, entre cada persona a la que atiende, mucha gente acude a él.