IGLESIA DE SAN PEDRO

Los 'techeros' de Laredo dominan las alturas ante el calor 'infernal'

En la iglesia San Pedro se puede apreciar el gran trabajo de los osados obreros llamado “techeros” en la peligrosa altura, el extremo calor de canícula y lo caliente de las superficies que tocan

Techeros en Laredo
Trabajo de altura.Techeros en LaredoCréditos: El Mañana
Escrito en LAREDO TEXAS el

Bajan a ratos del techo, aprovechan cuando les da sed, se toman de cinco a diez minutos de descanso a la sombra y vuelven a subir.

Todos, realizan trabajos específicos, cada uno se encarga de una tarea dentro del oficio, nada de andar haciendo “esto y lo otro” en la misma faena, para no desgastarse, ni tener mucho movimiento o esfuerzo.

Armando Méndez tiene 20 años dedicado a andar en las alturas, en los tejados de toda construcción, por eso sabe cuidar muy bien a sus compañeros “techeros”, apoyado por el también experimentado Beto Pérez.

Este par cuida en todo momento de lo más valioso de la empresa, o sea, las personas que trabajan, sus amigos y compañeros, son toda una familia, el peligro que corren a diario, los acerca mucho.

La iglesia de San Pedro, en el barrio del mismo nombre enclavado en el centro histórico de Laredo, por estos días llama la atención, porque un “enjambre” se mueve sin cesar en su solana.

Mucho respeto y admiración merece su trabajo, el observarlos laborar en la alta azotea, el trabajar a mucho más que 100 grados Fahrenheit (37.7 Celsius) y “más cerca del sol”, sí que merece doble sesión de aplausos ¡O más!

Trabajamos ocho horas diarias, descansamos muy seguido, nos turnamos, le damos un rato  y bajamos a la sombra, luego subimos de nuevo, así cada jornada, todos tenemos una sola tarea por hacer, no andamos de aquí para allá por todo el techo y en todas las maniobras, hay que ahorrar fuerzas, administrarnos en todo”, dijo Mando Méndez.

Beto asegura que nadie ha tenido un “bajón” un desvanecimiento, ni una debilidad, mucho menos una caída, todos tiene órdenes precisas de cuidar la salud, no llegar desvelados, ni después de severa noche de copas, tampoco enfermos, de gripe o de lo que sea, porque eso los debilita mucho y los expone.

“Todos nos cuidamos, todos amamos la vida y todos tenemos que llevar el pan a la casa, así que en esto hay seriedad, le ponemos duro a la chamba, siempre con cuidado, sí bromeamos mientras trabajamos, pero nada más para pasar el rato, el trabajo es otra cosa, algo serio y por eso nos cuidamos entre todos, nos damos ánimos y también nos obligamos”, concluyó Pérez.