Dos indocumentados murieron el lunes en despoblado, en casos separados, ambos a campo traviesa, uno por discapacidad física quedó atrás del grupo de extranjeros cerca de la ciudad de Río Bravo, el otro próximo a San Diego, Texas.
Y van 25 fallecidos en siete meses, entre ranchos, en zona rural o campestre, sólo en el área de Laredo.
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El calor se aproxima, dijo Matthew Hudak, quien dio cuenta de un hombre fallecido, el que quedó rezagado de un grupo de extranjeros sin documentos migratorios, en la carretera 83 Sur, la mañana del lunes 17.
Los asegurados dijeron que atrás había quedado un señor enfermo, los federales lo buscaron con un drone y lograron hallarlo estaba bajo un árbol, estaba sin sentido.
Llamaron a los Guardabosques de Texas y al Médico Forense, quienes determinaron que ya había pasado a mejor vida.
El segundo caso se trata de un hombre con documentos personales de México, fue hallado por los Alguaciles del Departamento del Sheriff del Condado de Duval, cerca de San Diego, Texas, una población a 88 millas al noreste de Laredo sobre la carretera 359.
Los alguaciles notificaron a la Patrulla Fronteriza del punto de revisión carretero cerca de Freer, Texas, sobre el hallazgo ocurrido en el camino rural 109.
“Cruzar ilegalmente es peligroso y muy frecuente se vuelve una amenaza de vida, ya vienen las altas temperaturas, está cruzando gente enferma, indocumentados, niños y mujeres, personas muy indefensas ante temperaturas de más de 100 grados Fahrenheit a la sombra”, dijo el jefe de la Patrulla Fronteriza del Sector Laredo, Matthew Hudak.