ECONOMÍA

Texas: familia se cansó del 'sueño americano' y ahora vive feliz y sin pagar renta

Ahora obtienen ingresos al alquilar su antigua casa en Estados Unidos, lo que les ha permitido reducir sus gastos mensuales

Escrito en GLOBAL el

Jennifer Jamali, de 34 años, estadounidense, decidió dejar atrás su vida en Austin, Texas, en busca de un cambio radical.

Junto a su esposo colombiano y su hija pequeña, se mudó a Bogotá en mayo de 2025, buscando mayor comunidad, aventura y bienestar familiar. Ahora viven cerca de la familia de él, no pagan renta y obtienen ingresos significativos al alquilar la casa que dejaron libre en Estados Unidos.

Jamali, oriunda de Houston, relató a Business Insider que su vida en Austin se había vuelto rutinaria y aislada.

Me sentía atrapada en mi barrio suburbano. Todo parecía igual, era muy tranquilo y apenas se veía a nadie afuera. Me sentía aislada y ansiaba más aventura y comunidad.

Su día a día consistía en llevar a su hija a la guardería, trabajar en su negocio como asesora financiera, ir al gimnasio y volver a recoger a su hija, sin mayores cambios ni estímulos.

La familia encontró en Bogotá un estilo de vida distinto

Jamali describió la capital colombiana como “la Nueva York de Colombia”, destacando su densidad, movilidad y abundancia de parques. Además, vivir cerca de la familia del esposo les permite recibir apoyo constante con el cuidado de su hija, algo que para Jennifer era fundamental.

Tengo una bebé muy pequeña y enviarla a la escuela en Estados Unidos me aterrorizaba. Aquí, casi parece una fantasía.

También destacó la diversidad y atención de los profesores, así como el cálido sentido de comunidad que percibe a diario.

Mis días están llenos de microconexiones, donde saludo a mis vecinos y ellos me reconocen. Siento que formo parte de una verdadera comunidad aquí.

Ahora viven en un apartamento que les presta la familia de su esposo, y alquilan la casa que tenían en Austin como Airbnb y alquiler a medio plazo, generando alrededor de $4000 dólares por estancia de tres meses.

Sus gastos mensuales cayeron de $7000 dólares en Austin a $2000 dólares en Bogotá, destacando ahorros significativos en cuidado infantil, educación, alimentos y servicios médicos.

Este cambio de vida demuestra cómo el contexto económico y social puede transformar la rutina familiar, generando bienestar y nuevas oportunidades mientras se mantiene la conexión con la comunidad y se aprovechan los ingresos internacionales.