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La limpieza del hogar no siempre requiere productos químicos costosos. Cada vez más personas optan por soluciones naturales, y uno de los trucos más eficaces y poco conocidos combina cáscaras de zanahoria con bicarbonato de sodio.
Esta mezcla aprovecha la fibra y la rugosidad de la zanahoria para potenciar el poder abrasivo del bicarbonato, creando una pasta homogénea y fácil de aplicar que deja impecables múltiples superficies.
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Usos de la pasta
- Ollas y sartenes: Funciona como un abrasivo natural que despega restos de comida y grasa sin rayar el metal
- Tablas de cortar: Aplicada en tablas de madera o plástico, elimina olores y restos de alimentos, dejando la superficie limpia y fresca
- Mesadas y piletas: Ideal para acero inoxidable, elimina manchas y aporta brillo en cocinas y baños
- Recipientes con olores fuertes: Colocando la pasta en tuppers o frascos, neutraliza olores persistentes
- Azulejos y paredes: Frotada con una esponja, remueve grasa y suciedad de azulejos de cocina o baño
Preparación
- Lava bien las zanahorias antes de pelarlas
- Coloca las cáscaras en la licuadora junto con una cucharada de bicarbonato y un chorrito de agua
- Procesa hasta formar una pasta firme y lista para usar
Además de ser económica, esta mezcla es respetuosa con el medio ambiente, ya que reutiliza restos de verduras que normalmente se desechan.
La próxima vez que busques limpiar tu hogar, esta combinación puede ser tu aliada perfecta, demostrando que la limpieza efectiva no siempre depende de químicos costosos.