Lo que sería una rutina diaria de ejercicio terminó en tragedia para Ariean Fabrizio Colton, madre de tres hijos, quien fue atacada por un oso pardo a pocos metros de su hogar en Kenai, Alaska, Estados Unidos.
El hecho ocurrió alrededor de las 5:00 de la mañana, cuando la mujer de 36 años salió a trotar y fue embestida por el animal a tan solo 100 metros de su casa.
Según el agente de vida silvestre David Looring, el oso no solo la derribó, sino que la arrastró 90 metros por la carretera. Un vecino fue quien escuchó los ruidos extraños, que confundió al principio con un perro, y al salir encontró a Colton ensangrentada y en estado de shock en su propio patio.
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Heridas graves y larga recuperación
Colton, quien se desempeña como enfermera y se mudó recientemente al sur de Alaska, presentaba heridas profundas en el rostro y cuero cabelludo al momento de ser rescatada.
Fue trasladada de urgencia a un hospital en Anchorage, a casi tres horas de distancia, donde permanece internada.
La familia informó a través de una página en GoFundMe que Ariean se encuentra estable, aunque ha requerido cirugías extensas y enfrentará una recuperación prolongada.
En una actualización reciente señalaron que ya pasó por una primera operación y que los médicos mantienen una visión esperanzadora sobre su evolución. La campaña ha reunido más de 63,700 dólares para cubrir los gastos médicos.
Búsqueda del oso y advertencias a la comunidad
Hasta ahora, el oso pardo responsable del ataque no ha sido localizado. Autoridades de vida silvestre han emitido una alerta para que los residentes extremen precauciones, ya que en esta temporada los osos buscan activamente salmón y bayas en preparación para el invierno.
El agente Looring advirtió sobre la importancia de mantenerse atentos en zonas boscosas.
Si sales al bosque, asegúrate de poder escuchar lo que pasa a tu alrededor. A veces, algo tan sencillo como usar un solo audífono puede marcar la diferencia.
El brutal ataque no solo ha conmocionado a la comunidad de Kenai, sino que también ha despertado un debate sobre la convivencia entre seres humanos y fauna salvaje en zonas rurales de Alaska, donde los encuentros con osos son cada vez más frecuentes.