Pocas cosas resultan tan aterradoras como levantar la tapa del inodoro y encontrarse con una serpiente enrollada. Aunque parezca una historia de terror sacada de internet, este fenómeno ocurre con más frecuencia de lo que imaginamos, especialmente en temporadas de calor extremo.
Según el sitio especializado House Digest, las serpientes buscan refugio en lugares frescos y húmedos, y el baño particularmente el inodoro se convierte en un escondite perfecto.
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Lo que las hace tan efectivas es su anatomía
Las serpientes pueden trepar, nadar y deslizarse por espacios diminutos. Esta capacidad les permite llegar al inodoro por dos rutas principales. La primera es a través del sistema séptico, si la tapa del tanque no está bien sellada, una serpiente puede colarse y recorrer las tuberías hasta llegar al sanitario.
La segunda vía es aún más sorprendente, a través del techo, accediendo a las tuberías de ventilación que están conectadas a la plomería del baño.
¿Qué hacer si te topas con una serpiente en el inodoro?
Lo primero es mantener la calma, cierra la tapa del baño cuidadosamente, sal del lugar y llama inmediatamente a control de plagas o servicios de protección animal. Intentar manipularla por tu cuenta puede ser peligroso, incluso si no parece venenosa.
Para evitar estos sustos, los expertos recomiendan tres medidas preventivas esenciales:
- Asegurar la tapa del tanque séptico, debe estar perfectamente hermética
- Cubrir las tuberías de ventilación del techo con malla metálica resistente
- Instalar válvulas antirretornos que permiten el uso normal del inodoro, pero se cierran automáticamente ante cualquier intento de acceso desde abajo
Este tipo de intrusiones no son un mito urbano, con un poco de prevención y vigilancia, puedes evitar que tu baño se convierta en un inesperado refugio para reptiles.