Lo que parecía ser una tarde común de juegos en la ciudad de Bettiah, en el estado de Bihar, India, terminó en un episodio que desafía cualquier lógica, un niño de tan solo dos años mató a una cobra venenosa mordiéndole la cabeza, luego de que esta lo atacara.
El hecho ocurrió el pasado viernes y fue reportado por el diario The Times of India. El pequeño, identificado como Govinda Kumar, jugaba cerca de su casa cuando se topó con una serpiente de casi un metro de largo. Como es natural a su edad, no comprendía el peligro.
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Según testigos, el niño lanzó un ladrillo en dirección al reptil, lo que provocó que la cobra se enroscara en una de sus manos, reaccionando como si fuera una amenaza.
Lejos de entrar en pánico o pedir ayuda, el niño reaccionó de forma instintiva, mordió con fuerza la cabeza de la cobra, provocándole la muerte instantánea por traumatismo. Sin embargo, en el proceso, el pequeño fue envenenado y perdió el conocimiento.
Govinda fue llevado de inmediato a un hospital, donde los médicos confirmaron que, aunque el veneno lo afectó, no fue suficiente para matarlo. La mordida del reptil le provocó un breve estado de inconsciencia, pero logró recuperarse.
Los especialistas calificaron el caso como "extremadamente raro" y aseguraron que la rápida atención médica fue clave para salvarle la vida.
India es uno de los países con mayor diversidad de serpientes en el mundo, con más de 300 especies, de las cuales unas 60 son altamente venenosas. La cobra india, en particular, posee un veneno neurotóxico que puede causar parálisis, daño en los tejidos y fallo respiratorio en cuestión de horas si no se recibe tratamiento.
Este insólito suceso ha causado asombro en la comunidad médica y en redes sociales, donde muchos han calificado al niño como “valiente por instinto”, aunque los expertos señalan que fue una reacción desesperada más que heroica.
Lo cierto es que, a pesar de la peligrosidad del animal, Govinda Kumar sobrevivió a un ataque mortal y lo venció con la única arma que tenía a su alcance: sus dientes.