La Lotería de Texas experimenta cambios en su base legal a partir del primer día de septiembre, tras la polémica desatada en 2023, cuando un grupo extranjero adquirió más de 25 millones de boletos de un dólar para asegurarse casi todas las combinaciones posibles en el sorteo de Lotto Texas.
Esa estrategia, inédita por su magnitud, culminó con la obtención de un premio de 95 millones de dólares y encendió las alarmas sobre vulnerabilidades en la regulación del juego.
Suspensión de la lotería de Texas en línea
El caso expuso un vacío legal que permitió el uso de servicios de mensajería y tiendas afiliadas para distribuir boletos a gran escala.
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Legisladores estatales advirtieron que esa operación no solo desequilibró la competencia entre jugadores, sino que también pudo facilitar maniobras de lavado de dinero. La indignación generada impulsó una revisión inmediata del marco regulatorio y abrió el debate sobre la continuidad de la comisión de lotería, fundada en 1992.
Además, en 2025 se registró una demanda millonaria contra la Lotería de Texas cuando una mujer ganó 83.5 millones de dólares y no recibió el premio. El boleto que ganó con un boleto comprado por una aplicación externa y el caso destapó fallas internas salieron a luz tras la renuncia del director.
De ese proceso surgió el Proyecto de Ley 3070 del Senado, aprobado en 2025, que elimina la comisión original y transfiere todas sus atribuciones al Departamento de Licencias y Regulación de Texas (TDLR).
Esta agencia, con experiencia en absorber programas estatales, deberá ahora administrar una industria valuada en 8 mil millones de dólares anuales y al mismo tiempo reforzar los candados legales para evitar abusos como el de 2023.
Otros cambios a partir de septiembre
Aunque la mayoría de los empleados seguirán en sus puestos, el TDLR asumirá nuevas facultades: prohibir la venta de boletos en línea a través de aplicaciones externas, limitar la cantidad de boletos por comprador y establecer sanciones más severas para los distribuidores que incumplan las reglas.
Estas medidas buscan restaurar la confianza pública y detener la caída en ventas que ha reducido el aporte al fondo escolar de Texas en más de 500 millones de dólares durante el último año fiscal.
Para muchos analistas, la manera en que el TDLR gestione este legado definirá el futuro de los juegos estatales y la permanencia misma de la Lotería de Texas más allá de 2029, fecha de revisión de las nuevas leyes estatales.