La situación migratoria en Estados Unidos vuelve a mostrar sus grietas: un sacerdote católico mexicano deberá abandonar el país tras la negativa a su residencia y la expiración de su permiso de trabajo religioso.
Se trata del padre Alan Sánchez, quien durante nueve años prestó servicio pastoral en la Diócesis de Laredo, Texas, especialmente en la parroquia de San José, en La Pryor, y en la misión de San Patricio, en Batesville.
Sacerdote de la Diócesis de Laredo sale de EU
Sánchez emprendió desde 2022 la solicitud formal de residencia permanente, pero los retrasos en la tramitación y la falta de disponibilidad de cupos terminaron con una respuesta negativa en noviembre de 2024.
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El religioso intentó apelar la decisión y recurrió a otras vías legales, sin embargo, el tiempo se agotó y hoy 27 de agosto deberá retornar a Monterrey, donde será acogido temporalmente en la arquidiócesis local.
El sacerdote reconoció que la priorización de casos en la política migratoria estadounidense otorga preferencia a solicitantes de asilo y a menores migrantes, lo que deja en desventaja a ministros religiosos que buscan establecerse con estabilidad.
Aunque aceptó que estas prioridades son comprensibles, expresó preocupación por el futuro de las comunidades rurales que dependen de sacerdotes extranjeros para sostener su vida de fe.
Esperan que regrese
La Diócesis de Laredo anunció que el padre Heleodoro Lozano asumirá el liderazgo pastoral en las parroquias que deja Sánchez, agradeciendo públicamente la entrega, el acompañamiento y la cercanía mostrada por el misionero mexicano.
A la par, aseguró que seguirá brindando apoyo legal y espiritual en espera de que pueda volver a ejercer en territorio estadounidense.
Diversos obispos en Estados Unidos han advertido que, sin una reforma, la salida forzada de ministros extranjeros agravará la ya evidente escasez de clero en parroquias pequeñas y zonas marginadas.