La Casa Blanca echó para atrás en su estrategia fronteriza con su intención de pintar el muro de negro. Aunque hace unos días, el presidente Donald Trump impulsaba la idea de pintar de negro el muro fronterizo para aumentar su temperatura y desincentivar los cruces irregulares, ahora decidió suspender esa iniciativa.
La medida fue reconsiderada después de consultas con asesores técnicos y con el Cuerpo de Ingenieros del Ejército, quienes advirtieron que el proyecto no aportaría beneficios proporcionales al gasto que implicaría.
El muro negro
Trump reconoció públicamente que la estructura metálica posee un recubrimiento natural que, con el tiempo, adquiere un tono rojizo por la oxidación, el cual también refuerza su resistencia.
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La rectificación ocurre tras la visita de la secretaria de Seguridad Nacional, c, a la frontera de Nuevo México. Durante ese recorrido, la funcionaria llegó a aplicar pintura en un pequeño tramo, a manera de prueba y con un fuerte simbolismo político.
Sin embargo, las evaluaciones posteriores confirmaron que recubrir la totalidad de la barrera sería una inversión millonaria sin resultados concluyentes en la reducción de ingresos irregulares.
El repliegue presidencial se da en un contexto de descenso en las detenciones de migrantes. En julio de 2025 se contabilizaron alrededor de 24 mil aprehensiones, la cifra más baja en años recientes.
Estos datos reforzaron la percepción en el Ejecutivo de que la estrategia de vigilancia, sumada a políticas de control migratorio, ya está dando frutos sin necesidad de recurrir a soluciones adicionales como la pintura.