Lo que debía ser una tarde de espectáculo tradicional en Bali, Indonesia, terminó en tragedia. Un hombre de 50 años, identificado como Nengah Sudana, perdió la vida de manera inesperada tras ser herido por la cuchilla metálica de un gallo de pelea. El incidente ocurrió el pasado domingo en Denpasar, capital de la isla indonesia, durante una típica pelea de gallos, práctica común en la región.
Sudana asistía como espectador cuando, según testigos, uno de los gallos que aún no entraba al ruedo se soltó de su dueño. El ave, ya equipada con una espuela metálica afilada para la pelea, se lanzó sobre otra, pero en el caos terminó hiriendo gravemente a Sudana en el estómago. Aunque fue trasladado al Hospital Puri Raharja, fue declarado muerto antes de su llegada.
Te podría interesar
Este es el segundo incidente fatal en apenas unas semanas relacionado con estas peleas, el pasado 14 de junio, un hombre fue apuñalado durante una riña en una plaza de gallos en Bangli, un caso aún sin resolver.
Las peleas de gallos están prohibidas en muchas zonas de Indonesia, principalmente por su asociación con las apuestas. Sin embargo, en Bali siguen practicándose bajo el amparo de rituales religiosos hindúes, lo que genera un vacío legal.
La creciente preocupación por la violencia en estos eventos llevó al vicegobernador Nyoman Giri Prasta a señalar el consumo de alcohol como uno de los factores que elevan el riesgo.
En junio, se propuso una ordenanza para regular estos combates desde la perspectiva cultural, pero fue rechazada por el gobernador Wayan Koster, quien insistió en prohibir las apuestas, aunque no la práctica como tal.
Casos similares han ocurrido en otros países, en 2020, un hombre murió en la India por una herida en el cuello provocada por un gallo. En Filipinas, un policía falleció en una redada tras ser herido en la arteria femoral. La línea entre tradición y tragedia se vuelve cada vez más delgada.