NATURALEZA

¿Las focas muerden a los humanos?

Aunque escasas, las interacciones peligrosas entre focas y hombres han sido suficientes para alertar a científicos y exploradores

EL dulce aspecto de las focas... ¿es un engaño?
EL dulce aspecto de las focas... ¿es un engaño? Créditos: internet
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Si bien, se tiene como dato general que las focas son animales marinos pacíficos y no agreden a los humanos, en el extremo austral del planeta habita una criatura tan fascinante como temible: la foca leopardo.

Conocida por su comportamiento impredecible y su aspecto intimidante, esta especie es la única entre las focas capaz de representar una amenaza real para los humanos.

¿Las focas muerden a los humanos?

Su tamaño imponente, con ejemplares hembra que superan los 3 metros de largo y alcanzan hasta 550 kilogramos y su poderosa mandíbula la convierten en una cazadora temida incluso por los pingüinos, su presa habitual.

Pese a su reputación de agresividad, los encuentros trágicos con personas son extremadamente infrecuentes. En 2003, Kristy Brown, bióloga marina, se convirtió en la única víctima fatal documentada tras ser arrastrada bajo el agua mientras hacía snorkel en el mar de Bellingshausen.

El incidente evidenció la necesidad de entender mejor el comportamiento de este mamífero marino y extremar precauciones en ambientes polares.

Paul Nicklen, fotógrafo de vida silvestre para National Geographic, narró uno de los encuentros más extraordinarios jamás registrados.

Extraña interacción

Al sumergirse para capturar imágenes de una foca leopardo adulta, se encontró frente a un animal con una cabeza del tamaño de la de un oso.

Para su sorpresa, en lugar de atacarlo, el animal intentó alimentarlo llevándole primero presas vivas y luego cadáveres de pingüino, en un gesto que parecía mezclar instinto con aprendizaje.

Expertos en comportamiento animal subrayan que las mordeduras ocurren principalmente cuando estos animales se sienten invadidos o estresados.

Además, las infecciones derivadas de estos ataques, como el “dedo de foca”, causadas por bacterias específicas de su bioma bucal, refuerzan la necesidad de atención médica inmediata tras cualquier contacto hostil.

La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica recomienda mantener al menos 50 metros de distancia respecto a cualquier foca.