Una tragedia conmocionó a una familia en Misisipi cuando Caleb, un adolescente de apenas 14 años, se quitó la vida tras ser víctima de extorsión sexual por parte de un depredador en TikTok.
Su madre, Morgan Moore, relató cómo su hijo, a semanas de graduarse de la preparatoria, cayó en las garras de un chantajista que lo manipuló hasta llevarlo al límite.
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La trampa mortal en TikTok
Todo comenzó cuando Caleb inició una conversación con quien creía era otro adolescente en la plataforma. Los mensajes, inicialmente inocentes, escalaron rápidamente: el desconocido lo presionó para compartir imágenes íntimas.
Una vez obtenidas, el extorsionador amenazó con difundirlas si no recibía dinero o más contenido.
"Me dijeron que si no pagaba, todos verían esas fotos", reveló Moore, describiendo el terror que vivió su hijo, quien no vio salida más que el suicidio. El 10 de junio, sus hermanos lo encontraron sin vida en su casa.
La desesperación de una madre
"Mi hijo fue asesinado psicológicamente", declaró Moore, quien colapsó al enterarse. Los hermanos menores de Caleb, traumatizados al presenciar la escena, impidieron que su madre viera el cuerpo.
"No podría haber pedido un mejor hijo", añadió, entre lágrimas.
El FBI alertó que estos crímenes suelen originarse en redes con bandas organizadas desde Nigeria, Costa de Marfil y Filipinas. Aunque las autoridades rastrean al responsable, la dificultad radica en que operan desde el anonimato digital.
Una epidemia silenciosa
Este caso expone el peligro de la sextorsión, un delito en aumento donde:
- 90% de las víctimas son menores de edad.
- Los depredadores usan perfiles falsos en TikTok, Instagram o juegos en línea.
- Amenazan con humillar o filtrar imágenes para obtener dinero o más material.
Morgan Moore ahora exige mayor regulación en redes sociales y concientización: "Los padres deben saber que esto puede pasarle a cualquiera". Mientras, el legado de Caleb, un joven brillante y amado, se convierte en un llamado urgente contra los peligros digitales.