Tener una tarjeta de crédito en la cartera puede parecer sinónimo de libertad financiera… hasta que deja de serlo. En México, millones de personas usan tarjetas como las de BBVA, Citibanamex o Banorte para pagar desde el súper hasta viajes. Pero un mal uso de este plástico puede llevarte directo a un laberinto de intereses y deuda del que es difícil salir.
Aquí te contamos los cuatro errores más comunes que muchos cometen sin saber el riesgo que implican.
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Pagar tarde, aunque sea un día
Retrasarte en el pago de tu tarjeta de crédito puede tener consecuencias graves. No solo te enfrentarás a cargos por pago tardío, sino que también pueden aumentar tu tasa de interés.
En México, algunos bancos incluso eliminan promociones de meses sin intereses si detectan atrasos, aunque estos hayan ocurrido en otros productos como préstamos personales o créditos automotrices.
Pagar solo el mínimo
Pagar el mínimo es una trampa silenciosa. Por ejemplo, si debes $20,000 pesos y solo cubres el mínimo cada mes, podrías tardar más de 10 años en saldar la deuda… y terminar pagando el doble solo en intereses.
Lo ideal es abonar mucho más del mínimo o aprovechar tarjetas con promociones de 0% en transferencias para liquidar más rápido.
Confiarte en promociones sin leer bien las condiciones
BBVA, HSBC y otras instituciones ofrecen promociones como “0% de interés en transferencias de saldo”, pero muchos usuarios caen al usar esa misma tarjeta para nuevas compras. ¿El resultado? Los nuevos cargos generan intereses desde el día uno.
Si vas a transferir saldo a una tarjeta con promoción, úsala exclusivamente para eso durante ese tiempo.
Rebasar el límite de crédito
Aunque algunos bancos no bloquean tu tarjeta si excedes tu línea de crédito, eso no significa que sea buena idea.
En muchos casos se activan penalizaciones, se eliminan beneficios y tu score crediticio se ve afectado, lo que reduce tus posibilidades de obtener un préstamo o aumentar tu límite.
¿La solución?
Usar tu tarjeta de forma estratégica, paga siempre a tiempo, evita caer en el mínimo y ten cuidado con promociones que parecen demasiado buenas.
La tarjeta de crédito puede ser una gran aliada, pero si no sabes usarla… puede terminar controlando tus finanzas.