GUERRA COMERCIAL

Escalan precios en Estados Unidos por aranceles de Donald Trump

La errática y agresiva política comercial del presidente estadounidense está provocando un duro golpe en los bolsillos de los consumidores

Inflación en Estados Unidos subió a 2.7% en junio, por impacto de aranceles en los precios.
Inflación en Estados Unidos subió a 2.7% en junio, por impacto de aranceles en los precios.Créditos: Cortesía
Escrito en GLOBAL el

La herida que Marcelo Ebrard, secretario de Economía de México, dijo que EU se haría al darse un balazo en el pie al imponer aranceles, ha comenzado a doler y quienes más sufren son las familias, especialmente aquellas con menos recursos, al tener que pagar más por su comida, los servicios del hogar y hasta el entretenimiento.

Y es que para las familias, junio fue un mal mes, porque los precios de casi todo subieron 2.7 por ciento, de acuerdo con el dato que acaba de darse a conocer sobre la inflación en Estados Unidos en voz de la Oficina de Estadísticas Laborales.

La errática y agresiva política comercial del presidente estadounidense está provocando un duro golpe en los bolsillos de los consumidores y en las esperanzas de un aterrizaje suave de su economía. La Oficina de Estadísticas Laborales aclara que el 2.7%que los estadounidenses deben pagar por comida y energía es una cosa y otra es la inflación subyacente, esa que no tiene en cuenta los volátiles precios de los alimentos, fue del 2.9 por ciento.

Ambos datos coinciden con las previsiones de los analistas. Estos -que acertaron que la inflación interanual subiría con respecto al 2.4% de mayo un notable 0.3 por ciento, el mayor incremento en cinco meses- habían advertido de la importancia del dato de junio, porque interpretaban que esta sería la primera lectura en la que los aranceles iban a dejarse sentir realmente, tras meses de amenazas, idas y venidas y cambios de opinión en el último minuto.

Los economistas consideran que el impacto de esos vaivenes sobre la inflación se había retrasado hasta el momento, por la previsión de las empresas de vender inventarios previos a su entrada en vigor y por las dudas a la hora de trasladar los costos más altos al precio que pagan los consumidores.

El dato de junio indica que ese trasvase ya ha comenzado. La medición llega tras los buenos datos de empleo de junio, que superaron las expectativas, y una semana después de que Trump renovara sus planes de imponer tasas a la importación a decenas de países, a los que dejó saber sus intenciones por carta.

Además del arancel universal del 10 por ciento que impuso mientras duraba una tregua en la guerra comercial que ha quedado ampliada hasta el 1 de agosto, están ya en vigor los gravámenes sectoriales, el 50 por ciento que afecta al acero y el aluminio -y que lo hará en unas tres semanas también sobre el cobre-, y el 25 por ciento al sector del automóvil.

Algunos de los bienes más sensibles a la imposición de gravámenes vieron cómo subían sus precios: de los muebles y suministros para el hogar (1 por ciento más) a los juguetes (1.8 %) y la ropa (0.4%). Los precios de los coches nuevos cayeron, por su parte, 0.3 por ciento.

La gasolina se encareció 1 por ciento en junio y la electricidad, 1 por ciento, mientras que el gas natural lo hizo un 0.5 por ciento. “Es en el precio de los bienes, y en su aumento en electrodomésticos, ropa y juguetes, donde se demuestra que los aranceles se están trasladando al consumidor.

Para el resto, llevará más tiempo”, explica Ryan Sweet, economista jefe para Estados Unidos de Oxford Economics, en un análisis que concluye que los productos expuestos a esos aranceles se encarecieron casi 1 por ciento intermensual, más del doble que en mayo.