En el mundo de la restauración, no siempre son las crisis económicas las que determinan el destino de un negocio. South of Summit, una reconocida taquería y restaurante de tequila en Kansas City, decidió bajar sus cortinas luego de cinco años de éxitos y crecimiento, no por problemas financieros, sino por un golpe inesperado: la muerte de su cofundador, Andy Lock.
Lock, quien falleció en abril a los 57 años, no solo dejó una huella imborrable en el rubro gastronómico sino también en la comunidad local. Su legado, marcado por liderazgo y pasión, fue clave para que el grupo propietario, Summit Hospitality Group, desarrollara varios conceptos gastronómicos en la ciudad.
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En 2017, Lock y su socio Domhnall Molloy fueron reconocidos como Restauradores del Año por la Asociación de Restaurantes del Gran Kansas City, un premio que evidenció su impacto y la calidad de sus emprendimientos.
La noticia del cierre fue acompañada por un emotivo comunicado del grupo.
Andy lideró con propósito, pasión y una fe inquebrantable en el poder de la hospitalidad para unir a las personas. Su legado está tejido en nuestros restaurantes, nuestros equipos y las comunidades que ayudó a moldear
Más allá de su éxito en la restauración, Andy Lock también fue un deportista destacado. Exjugador de fútbol americano de los Missouri Tigers, su legado continúa a través de su hijo Drew, seleccionado en el draft de la NFL y actualmente parte de los Seattle Seahawks. Esta conexión con el deporte amplió la influencia de Lock más allá del ámbito gastronómico, convirtiéndolo en una figura reconocida y respetada en múltiples sectores.
Aunque South of Summit cierra sus puertas, Summit Hospitality Group adelantó que están trabajando en un nuevo concepto que mantendrá la tradición de excelencia culinaria y el compromiso con la comunidad que caracteriza a sus proyectos.
Sin embargo, aún no han revelado detalles sobre qué tipo de restaurante o experiencia reemplazará al que fue uno de sus íconos.
En este caso, la pérdida de una figura clave transformó un proyecto próspero en un capítulo que se cierra con respeto y la promesa de seguir innovando en la cocina y la hospitalidad local.