Tras la 'vuelta a la realidad' del mundo después del COVID-19, la economía no ha sido igual para nadie; en Estados Unidos, los presupuestos se inflaron por varios años y enfocaron sus esfuerzos en mantener protegida la salud de la población.
Además, no facilita a nadie las nuevas políticas migratorias y comerciales de Trump, pues afectan a todos los niveles, especialmente las áreas de salud.
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Miles se irán por recortes presupuestales
Hasta la fecha, ya se han recortado 2 millones de dólares de varios presupuestos relacionados a los hospitales, el apoyo para prevención de HIV ha sido detenido. Se espera que esta reducción alcance los $700 millones de dólares en fondos dedicados al MedicAid ; lo que incluye, eventualmente, despedir a todos los trabajadores que están relacionados a este sector.
Estos datos fueron compartidos el pasado abril por Kirk Cole, consejero experto de los servicios estatales del departamento de salud en Texas; el recorte de presupuestos aplicará al término del mes de junio para presupuestos previamente asignados, a pesar de que su vencimiento original estaba programado hasta el verano del 2026.
Aunque Cole señaló que aún estaban revisando el impacto en el personal, confirmó que la mitad del dinero de salud viene del gobierno federal. Ahora, se anunciaron los despidos de más de 300 cuidadores que trabajan en programas de educación infantil en Child Care Associates, grupo para cuidados infantiles que atiende la región norte del estado texano.
En algunos condados, están buscando cómo recolocar al personal para evitar los mayores despidos posibles; sin embargo, al momento, Dallas ya anunció que tuvo que dejar ir a 21 trabajadores, impulsar retiros y eliminar cinco puestos fijos para ajustar otros espacios para los que lograron reacomodar.
Para Child Care esperan recuperar eventualmente a los empleados despedidos; sin embargo, el presupuesto sigue dependiendo de la asignación federal; algo que podría no suceder.
Si esto pasa, más de 900 infantes en 15 condados del norte quedarán sin servicios; además, la empresa no solo pierde al personal de apoyo, sino a gerentes, profesores, especialistas y líderes de proyectos que forman parte de la plantilla esencial para funcionar.
Por otra parte, debido a las políticas migratorias actuales, también se retiró el servicio de salud para la población latina, simplemente dejará de existir y, con esta reducción, quedó afectada la población local. En el condado de Shelby hace 3 años se contabilizó que el 12% no tienen un seguro médico. Si siguen cancelando los apoyos de salud, todo el estado será impactado, aseguran los expertos.
La principal preocupación de los directores de los centros hospitalarios y otros servicios de salud señalan que grupos vulnerables como los adultos mayores o los menores de edad, serán quienes sufran las consecuencias.
Además de los servicios de salud, el Centro para Refugiados de Inmigración despedirá a 200 de sus trabajadores; en tanto la administración de Sodexo (servicios alimentarios públicos) ha cerrado una sede en Irving y despedirán a 165 personas el día primero del próximo mes.
Para los empleados de FedEx es el mismo caso, 300 trabajadores se irán el 6 de julio y deberán buscar contratos con proveedores externos. Tan solo este grupo de casos suma casi los 800 para el mes de julio y esto, apenas es el comienzo de todo.