Durante más de tres décadas, esta histórica empresa de autobuses fue sinónimo de transporte confiable, conectando ciudades y generando historias en sus icónicas unidades. Sin embargo, llegó a su fin tras declararse en quiebra con una deuda millonaria, marcando el final de una era dorada.
Empresa legendaria terminó en bancarrota
El declive de Cromotex, empresa de transporte de pasajeros en Perú, comenzó en 2020, cuando la pandemia por COVID-19 paralizó su operación. A pesar de acceder a un préstamo de 6 millones de soles mediante el programa Reactiva Perú, la caída drástica de pasajeros y los costos operativos insostenibles la llevaron al colapso.
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En un intento desesperado por obtener liquidez, la empresa vendió su flota completa a través de redes sociales. Cerca de 200 buses, que alguna vez recorrieron las carreteras más importantes del sur peruano fueron adjudicados al mejor postor, muchos aún en perfecto estado.
El legado de Cromotex y las lecciones del sector
Su quiebra no solo afectó a empleados y usuarios, sino que dejó en evidencia la vulnerabilidad del transporte interprovincial ante crisis sanitarias y económicas. Mientras competidores buscan llenar el vacío, muchos añoran el servicio que por 35 años fue un referente de calidad.
¿Fue el COVID-19 el único culpable? Analistas señalan que la falta de adaptación a nuevos modelos de negocio aceleró su caída.